El maíz ha atravesado su período crítico en excelentes condiciones y podría alcanzarse un récord histórico de rindes, aunque la principal limitante para la producción es la escasa superficie implantada.  La soja continúa con muy buen desarrollo, salvo en los sectores con exceso de agua.

La abundante cantidad de lluvias recibidas en la región en los últimos meses genera muy buenas perspectivas para los cultivos.

Casi sin excepciones, en la región núcleo los rindes esperados para el maíz superarán los promedios zonales, ya que las condiciones ambientales en sus etapas críticas para la definición de rindes fueron muy favorables y, actualmente, se encuentra en la etapa de llenado de granos con suficientes reservas hídricas para finalizar su ciclo en forma óptima. Los promedios en general estarán por encima de los 100 qq/ha y se esperan picos superiores a los 140 qq/ha.

En el caso de la soja de primera el estado va en general de bueno a excelente. Actualmente, las principales limitantes pasan por el exceso de agua en zonas bajas -con lotes inundados total o parcialmente-, las enfermedades de hoja -con ataques muy intensos y generalizados-, y la presencia de isocas defoliadoras. Para las plagas y las enfermedades se vienen realizando adecuadamente tratamientos de control, y se espera que su incidencia en los rindes no sea tan elevada. Pero lo que no puede descartarse son los problemas que se originarían de continuar las lluvias, sobre todo si ocurren excesos hacia la época de cosecha, aumentando la pérdida de superficie y/o rendimiento en los sectores anegados.

La soja de segunda, con muy baja superficie debido a la reducción del área triguera, también se presenta en buenas condiciones, aunque en muchos lugares su implantación vino muy retrasada por las lluvias y  aun no ha podido finalizarse la siembra. Además, debido a su escaso desarrollo, ha sido más golpeada por los anegamientos, los fuertes vientos y el granizo.

Reserva de agua útil soja 14/01/09