La implantación se inició con variedades de ciclos largos en los lotes que tienen buena humedad superficial. Serían necesarios nuevos aportes de agua para generalizar las labores, aunque la intención de siembra hasta el momento sigue “fría”.
La implantación de trigo en nuestra zona tiene una amplia ventana de siembra que va de mayo a julio. Empieza generalmente hacia mediados de mayo con los ciclos largos e intermedios, hasta mediados/ fines de junio, donde comienzan a sembrarse trigos de ciclo corto, los cuales se pueden sembrar hasta fines de julio. Actualmente, la humedad en el perfil del suelo es buena aunque, en lotes con poca cobertura o enmalezados, la humedad superficial es escasa como para lograr una buena germinación, por lo que se necesitan lluvias de alrededor de 20-25 mm.
Se espera que la superficie sembrada sea cercana a la de la campaña pasada, y se hará principalmente en campos propios siguiendo el plan de rotación. En campos alquilados, el margen no favorece la siembra de estas gramíneas, ya que el rendimiento de indiferencia está por encima de los rindes promedios zonales.
Las perspectivas de fertilización para los que deciden realizar el cultivo se mantienen en buenos niveles, ya que según los técnicos “apuntar a altos rendimientos con adecuadas dosis de fertilizantes es la única forma de que el cultivo mantenga algo de rentabilidad, sobre todo ante la falta de señales de precios y el aumento de los gastos de comercialización”.
Reserva de Agua útil para una pradera permanente de gramíneas (20/05/2010).
Las lluvias semanales a nivel nacional:
Precipitaciones en la región núcleo:
Acumulados de las últimas 24 hs hasta las 8 hs del día lunes 17 de mayo