Las áreas donde se reportaron avances de siembra de trigo en la región núcleo, son coincidentes con las áreas que cuentan con reservas regulares, aunque éstas son relativamente acotadas. Se sigue a la espera de lluvias que favorezcan la siembra y moderen la caída en superficie.

Las zonas en las que algunos productores efectuaron labores de siembra, se ven representadas con gran precisión en el mapa de reservas de agua. En los lugares más favorecidos, se implantaría una superficie similar a la de la campaña anterior. Igualmente las condiciones distan de ser ideales.

En nuestra área de seguimiento, la incorporación del cultivo de trigo está indefectiblemente ligada a la secuencia trigo / soja, la cual, con buenos precios y rendimientos, suele ser una alternativa de excelente rentabilidad. Sin embargo, ambas variables se ven afectadas en estos momentos por la incertidumbre con respecto a las reglas del mercado –lo que quiere decir, incertidumbre sobre los precios- y por la falta de reservas de agua. Esto derrumbó la intención de siembra y fomentó la tendencia a reducir costos y tecnología aplicada, fundamentalmente en lo que respecta a las dosis de fertilizantes, lo que indudablemente se verá reflejado en los rendimientos promedio al momento de cosecha.

Queda muy poco margen para seguir postergando la siembra -sobre todo hacia el norte de la región-. Esto se debe a que las fechas óptimas para obtener buenos rendimientos van siendo superadas y comenzaron a expirar*. También se debe a que la situación más conveniente sería, luego de cosechado el trigo, implantar la soja de segunda hacia fines de noviembre o principios de diciembre; después, si se atrasa la siembra, diminuye el potencial de rendimiento de la soja.

* Las siembras tempranas de trigo aseguran, en general, una mejor implantación del cultivo, y ofrecen condiciones más favorables para las diferentes etapas del desarrollo, desde la emergencia hasta la cosecha. Las fechas de siembra óptimas, según la latitud y el cultivar utilizado, son aquellas que favorecen el macollaje y tienden a ubicar el momento de espigazón inmediatamente pasado el riesgo de heladas tardías. Si la espigazón o la floración ocurrieran antes, las heladas podrían dañar severamente al cultivo, y si ocurriesen mucho después, las altas temperaturas inducirían a una mala fecundación y, posteriormente, acortarían el período de llenado, lo que afectaría a los rendimientos. 

Las lluvias acumuladas  en el fin de semana (del 13 al 16 de junio) dejaron acumulados de 5 a 9 mm en el centro de Santa Fe y hasta 25 mm en la provincia de Misiones.

Precipitaciones acumuladas en el fin de semana (del 13 al 16 de junio)