Informe de estimación mensual nacional

Una cosecha de soja levemente mayor a 49 millones tn


Las condiciones hídricas de febrero se destacan por la oportuna aparición de precipitaciones que detuvieron el deterioro de la condición del cultivo. El cambio en el patrón pluvial permite ajustar para arriba el rinde nacional, a 26,6 quintales por hectárea.

Durante febrero, la zona núcleo, el NOA y sur de Buenos Aires, dispusieron de precipitaciones muy importantes. En el NOA los montos superaron holgadamente a los 200 milímetros, por lo que los cultivos de soja de Chaco y Santiago del Estero exhiben excelentes condiciones humedad, e, inclusive, algunos problemas por excesos temporarios. También se destacan como muy buenas las condiciones de los cultivos en gran parte del sur de Buenos Aires, que sumó las lluvias de febrero a una consolidada reserva de agua en el perfil del suelo que había dejado enero (ver las imágenes de agua en el suelo a febrero de 2011 al final de este informe). El comportamiento térmico también permitió una recuperación generalizada del cultivo, aunque el viento deterioró condiciones de desarrollo en algunas zonas del SO de Buenos Aires y La Pampa.

SOJA 2010/2011

Con respecto al cultivo de soja 2010/11, se efectuaron ajustes menores en los números de superficie sembrada, llevándola de 18,9 a 18,8 millones de hectáreas, respecto del informe anterior. A diferencia del informe de febrero, cuando se trabajó con proyecciones en base a comportamientos históricos, en este mes fue posible efectuar una estimación de rendimientos. Las condiciones bajo las cuales empezaron a definirse los rindes en el pasado mes de febrero, permitieron estimar el rinde promedio en 26,6 quintales por hectárea a escala nacional. Sobre la base de una superficie no cosechable de 350.000 hectáreas, la producción de soja que podría obtenerse en la nueva temporada ascendería a 49,1 millones de toneladas.

Las mejores condiciones medioambientales son favorables para la soja de segunda y aquellos lotes de pri-mera sembrados tardíamente. Todo está dado para que éstos expresen mejor su potencial productivo que los lotes de soja de primera sembrados tempranamente o en fecha. Estos dos últimos son los que sufrieron el impacto de escasas reservas de agua, que se materializó en la formación de un menor número de vainas y, por ende, vieron disminuir su potencial productivo. Por lo antes mencionado respecto de la soja de segunda y los lotes de primera tardíos, es posible que pueda producirse algún ajuste al alza en los rindes finales.

Desde el punto de vista del manejo tecnológico, la combinación de un control mucho más ajustado que en la campaña pasada desde el mismo inicio de la temporada y un enero seco limitó la presencia de enfermedades como las de fin de ciclo.

MAIZ 2010/2011

Las condiciones prevalecientes durante febrero no han sido determinantes claves sobre el rendimiento del maíz de primera, ya que había pasado su etapa de definición. Sí es destacable el excelente estado del maíz de segunda. De las observaciones efectuadas, se puede concluir que febrero puede haber sido particular-mente beneficioso para el maíz de segunda y el llenado de granos en algunos lotes de primera. Esto permite inferir que podría haber algunas mejoras en rindes, lo que podrá confirmarse al momento de la recolección. Por tal motivo, sostenemos la estimación que hiciéramos en el informe anterior para rinde y, por lo tanto, producción de maíz a escala nacional. Con un rinde promedio nacional de 63 qq/ha, sería factible obtener una cosecha de 19,7 millones de toneladas.

ANÁLISIS DE LAS RESERVAS DE AGUA EN EL SUELO

COMPARACIÓN DE LLUVIAS ACUMULADAS ENE/FEB DE LAS CAMPAÑAS 2010/11 y 2009/10 EN LA ZONA NÚCLEO