Informe de estimación mensual nacional

Se estima una caída de área maicera del 16% para 2014/15


La proyección de superficie sembrada de maíz para la campaña 2014/15 podría implicar una pérdida de 700.000 ha, al cubrirse 3,7 millones de hectáreas. En general no se han iniciado las labores de siembra por la falta de piso que generaron las continuas lluvias en la Región Pampeana. Las condiciones agroclimáticas son óptimas para el cereal pero los rindes de indiferencia son más altos que en la campaña pasada. Además de este último aspecto, la reducción de área destinada a maíz también obedecería a las postergaciones de las decisiones de siembras. Si la situación cambiara de forma tal que haya importantes aumentos en las siembras tardías de noviembre y diciembre, la caída de la superficie destinada al cereal se vería amortiguada.

Se sembró lo que faltaba de trigo y se consolida la estimación de área sembrada en 4,36 millones de ha. En los últimos días de agosto y primeros de setiembre, lluvias inusuales se abatieron sobre Buenos Aires. A partir de esta situación, sobre el núcleo triguero las pérdidas de hectareaje están proyectadas entre 50.000 y 90.000 ha. Para el resto de la provincia Buenos Aires, que no fue afectado por las lluvias o por suelos saturados, y para las provincias de Santa Fe, Entre Ríos, La Pampa, Córdoba e inclusive las del NEA, existe el potencial de alcanzar muy buenos rindes si llueve en los próximos quince días. La principal amenaza para la campaña 2014/15 es que continúe el patrón húmedo en septiembre y el área bonaerense perdida por anegamientos siga en aumento.

Trigo 2014/2015

Ha finalizado la siembra de trigo en la República Argentina y no se efectúan ajustes significativos en la superficie implantada respecto de lo estimado en el informe anterior. De esta forma, con 4,36 millones de hectáreas, el cultivo de trigo consolida un aumento interanual del área del 16,5%.

En general, el cultivo de trigo tuvo una buena implantación aunque se desarrolló de manera trabada por las lluvias recurrentes, los excesos hídricos y un tiempo predominantemente húmedo. La zona más complicada fue el sudeste bonaerense que días antes de cerrar la primera quincena de agosto tenía el desafío de cubrir 300.000 hectáreas en dos semanas. Finalmente el tiempo se estabilizó, dando el respiro suficiente para que se desarrollen las siembras pendientes. En la amplia zona de Tandil no alcanzaron a implantarse 20.000 ha pero un hectareaje similar se sumó al sur bonaerense, por lo que, en conjunto, el sudeste no presenta diferencias respecto de las 680.000 ha que se manifestaron como intención de siembra.

Apenas terminaron las labores de siembra, retornaron las lluvias sobre los partidos costeros. La tormenta se desarrolló en los últimos días de agosto y dejó acumulados de hasta 180 mm. Esto sucedió en la zona de influencia de Mar del Plata, como se observa en el mapa con las precipitaciones acumuladas del 20 al 27 de agosto. En la localidad de Tres Arroyos, por ejemplo se midieron 120 mm. Nuevamente el Sudeste resultó severamente castigado con el agravante de que venía de una situación de saturación de los perfiles.

Las lluvias continuaron en los días posteriores desarrollándose sobre toda la Región Pampeana central pero teniendo como epicentro al centro este de la provincia de Buenos Aires. Allí, las lluvias acumuladas superaron los 100 mm, como es factible observar en la imagen de las lluvias acumuladas desde el primero de setiembre:

El núcleo triguero argentino ha sido alcanzado en su totalidad por problemas de excesos hídricos que van de sectores puntuales con encharcamientos a inundaciones que abarcan el paisaje zonal. Los problemas de anegamientos e inundaciones pueden provocar la pérdida de 50 a 90 mil hectáreas en esta zona. Si las medias pluviométricas superan los valores normales de setiembre, esta área se verá muy comprometida. En el resto de la provincia de Buenos Aires, que no se vio afectado negativamente por los excesos de agua, se observa que los lotes sembrados con trigo están en muy buenas condiciones, atravesando la etapa de macollaje y sin problemas sanitarios significativos.

En la provincia de Córdoba, las condiciones de altas temperaturas y fuertes vientos que se desarrollaron durante agosto provocaron un desecamiento en los niveles superficiales de los suelos. La falta de agua comenzó a impactar en la condición de los cuadros marcando un deterioro que se nota por el amarillamiento y los manchoneos. La helada de los últimos días de agosto afectó considerablemente los tejidos foliares. Pero, en los primeros días de setiembre las lluvias volvieron, centrándose particularmente en el norte de la provincia, mientras que con volúmenes mucho más modestos, a través de lloviznas, en el resto de la región. Esto posibilitaría la recuperación del cultivo, manteniendo un muy buen potencial productivo para la provincia. Los cuadros más avanzados están empezando a encañar y se observan síntomas de roya y mancha amarilla que deberán seguirse de cerca para evitar daños productivos.

Con gran parte de los cuadros en encañazón y macollaje, el centro y el sur de Santa Fe también se vieron favorecidos por las lluvias de setiembre. Mientras tanto, el norte de la provincia recibió mejores montos. La condición predominante en los lotes trigueros en toda la provincia es muy buena. Inclusive, en los sectores del sur provincial donde el daño por heladas fue muy marcado, el cultivo empieza a mostrar muy buenos signos de recuperación. Los lotes están bien macollados y empezando a encañar con los entresurcos cerrados, lo cual, de no haber problemas en las próximas etapas reproductivas, puede significar resultados muy buenos a nivel provincial. Con respecto a las enfermedades, se incrementó la presencia de mancha amarilla y roya, pero no han sido necesarios tratamientos de controles.

El auxilio de las lluvias llegó con muy escaso volumen en el norte, particularmente en las provincias de Chaco y Santiago del Estero. De todas formas, los cuadros están mucho mejor que el año pasado, a esta misma fecha, pero comienzan a transitar etapas críticas con una marcada faltante hídrica.

Buenos Aires, Santa Fe, Entre Ríos, La Pampa, Córdoba e incluso el NEA se perfilan con un potencial superior a la campaña pasada con la posibilidad de alcanzar rindes muy buenos. Para esta campaña, la componente negativa está dada por la amenaza que supone la continuidad de un patrón húmedo, dejando particularmente vulnerable a la provincia de Buenos Aires, donde se encuentran las principales áreas trigueras de Argentina.

Maíz 2014/2015

La intención de siembra de maíz para la campaña 2014/15 puede implicar una pérdida de cobertura interanual del 16%, con lo cual se estaría ante la potencial cobertura de 3,7 millones de hectáreas. En general, no se han iniciado las siembras por la falta de piso generada por las continuas lluvias en la Región Pampeana.

La precampaña temprana de maíz exhibió una clara depreciación del valor del maíz, en contraste con los aumentos en el valor de varios elementos en la componente de costos de producción y comerciales, cuales son los insumos y el gasoil, o el sostenimiento de otros, como en el caso de los arrendamientos. Con este conjunto de variables los rendimientos de indiferencia superan significativamente a los calculados en la campaña anterior, particularmente cuando el modelo incluye tierra arrendada o regiones productivas alejadas de los destinos más importantes. Por otra parte, la necesidad de financiamiento del productor en esta campaña es muy acentuada, por lo cual se tiende a privilegiar el retorno por peso invertido. De allí que el cultivo de soja está desplazando al del cereal en las intenciones del productor.

Es notable que en la región núcleo se da una de las mayores disminuciones en la intencionalidad de siembra, con respecto al año pasado, llegando al 25%. En algunas zonas del norte del país las caídas respecto al año pasado pueden superar el 50% pese a los muy buenos resultados productivos que se obtuvieron en la campaña anterior. En el resto, en general las caídas están entre el 8 y el 22%.

El escenario hídrico es notablemente favorable para el cultivo de maíz y contrasta con la campaña pasada, cuando la falta de agua se mantuvo durante casi toda la ventana de siembra del maíz de primera. Las excelentes reservas de humedad en los suelos, junto al pronóstico de un Niño leve auguran un muy bien año productivo y sostienen la posibilidad de que, a nivel nacional, se exprese un rinde por encima del promedio.

Conviene señalar que la reducción estimada en la superficie maicera se debe a las postergaciones que se observan en las decisiones de siembra, por lo que queda una ventana de tiempo de gran incertidumbre por delante. Ante un eventual cambio positivo en este escenario, podrían producirse ajustes que signifiquen el aumento de las siembras tardías, en noviembre y diciembre, y amortigüen la caída del cereal.

Cómo son las reserva de agua en suelo para pradera permanente de Agosto del 2014 y las de Agosto del 2013: