Informe de estimación mensual nacional

Producción nacional de soja 2007/08


La soja de primera fue el cultivo que mejor resistió los pulsos de calor de “La Niña”.  La seca golpeó duramente en los rindes de segunda y empujó hacia abajo el promedio nacional.

La producción argentina de soja 2007/08 podría ascender a 47,15 millones de toneladas, cifra que roza el mismo nivel productivo obtenido en la anterior campaña. La ligera variación negativa (0,8 %) todavía debería  ajustar las señales que recibieron el NOA y NEA en crecimiento de superficie y rindes obtenidos.

Sobre la base de datos de la SAGPYA, 2,7 % fue el incremento de la superficie implantada con el cultivo respecto de su campaña predecesora. A pesar de que la soja de primera en el momento de precampaña le cedía al cultivo de maíz  casi 200.000 hectáreas, la de segunda recibió claras señales en rotación para incrementar el hectareaje con la superficie a implantar. (11,6 % en términos relativos respecto de lo sembrado en soja de segunda 2006/07).

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La merma productiva fue un típico efecto de “La Niña”, efecto amortiguado por fenómenos climáticos regionales que modificaron los patrones de circulación atmosférica a partir de fines de enero. Esto contribuyó a limitar el impacto negativo en la productividad unitaria, que sólo recibió una baja de 3,2 puntos (28,7 qq/ha vs 29,7 qq/ha).

La disminución en rendimientos fue muy aceptable, aunque el efecto climático incidió de una manera muy divergente en distintas zonas. También hizo una profunda distinción entre las de primera siembra o de segunda ocupación, maltratando a estás últimas, como lo hiciera en las campañas 2005/06 y 2005/04.

El compromiso de la falta de agua en los perfiles que se observaba al 23 de enero, las  favorables circulaciones atmosféricas locales de febrero y los posteriores pulsos de lluvias aleatorios de marzo se reflejan en el siguiente mapa, y que deben entenderse en función de la etapa del cultivo a lo largo del país.

Entre las áreas que sufrieron fuerte la falta precipitaciones y sus efectos a través de la falta de crecimiento y desarrollo del cultivo se cuentan: el norte de Santa Fe y Entre Ríos; el noroeste, sur y suroeste de Buenos Aires, que se continúa con la negativa de las lluvias que sufría el sur de La Pampa. En estos casos el cultivo ha perdido entre un 3% y un 20% de su nivel productivo en comparación con el año anterior.

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Contrarrestó el volumen generado en mercadería en el centro y sobre todo el sur de Santa Fe, de Pergamino sólo hacia el Oeste y sur de Buenos Aires. El cultivo en la zona núcleo pudo contrarrestar la perdida de humedad con conopeos que cerraron el entresurco a tiempo, mayores tasas de crecimiento y contó con el vital elemento en las etapas de formación de los componentes del rinde.

Córdoba tuvo precipitaciones muy oportunas, y arroja valores muy estables de producción entorno de los 30 quintales.

El norte del país también ha tenido una campaña muy destacable. Rindes superiores a los 30 quintales/ha lo aproximan a los referentes niveles de producción de las principales provincias productoras.