Commodities

Mercado exportador de maíz a la espera

Guillermo Rossi

El mercado local del cereal concentra su atención en las posiciones de cosecha nueva, generándose mayor volumen de operaciones cuando los precios llegan a u$s 150/ton. Distintos compradores se acercaron a esa cifra en los últimos días, tanto en el recinto de operaciones de la Bolsa como en los mercados a término. Luego, los valores caen ligeramente en negocios con entrega diferida hasta los meses de julio y agosto. De obtenerse rindes promedio, dicha cotización arroja buen margen de rentabilidad en zona núcleo, aunque el retorno por la inversión efectuada esta campaña estará dado en gran medida por el movimiento del tipo de cambio que se espera desde ahora hasta la fecha de cosecha y entrega de los granos. Esta variable es hoy más incierta que el precio del cereal.

El ministro de Agricultura que entrará en funciones el 10 de diciembre ratificó que la eliminación de los derechos de exportación se hará efectiva al comenzar la nueva gestión, noticia ampliamente anticipada por el sector. Los precios forward descontaban este hecho desde hace varias semanas, aproximándose a los valores que marca la capacidad teórica de pago que surge de los precios FOB descontando gastos de fobbing pero no una alícuota de retenciones. En zona Up River el maíz tiene un valor de exportación que ronda los u$s 165/ton para embarques en abril y mayo, cayendo a alrededor de u$s 162/ton para el mes de julio. La rareza es ver valores a cosecha que se ubican incluso por encima de los negociados en Chicago.

La medida da por finalizada la vigencia de un tributo distorsivo, inequitativo y de carácter marcadamente anti-federal. Marca un cambio de época que se avizora muy favorable a la producción y que podría dar lugar a un enorme salto cuantitativo en poco tiempo. Desde su reintroducción a principios de 2002, los derechos de exportación recayeron sobre la venta al exterior de unas 195 millones de toneladas durante 14 campañas, volumen que significó un esfuerzo de la cadena cercano a u$s 8.000 M a los tipos de cambio de cada año, suma a la que debe agregarse la pesada incidencia de otros impuestos internos.

Como en todo mercado cuya curva de oferta a mediano plazo muestra inclinación positiva, los productores disminuyeron la cantidad ofrecida a lo largo del tiempo en respuesta los permanentes desincentivos de precio. Si bien la mayor parte de los recursos liberados (tierra, maquinaria, capacidad empresaria) fueron absorbidos por la soja, las consecuencias fueron más allá, puesto que el maíz es el cultivo que genera mayor empleo por hectárea sembrada en términos de las industrias que proveen insumo (semillas, fertilizantes, agroquímicos, etc.), los sectores de transporte, almacenaje e intermediación y la amplia gama de actividades que utilizan el cereal, que es por lejos el más consumido en el mercado doméstico.

El cultivo recuperará rentabilidad en amplias zonas del país, volviendo a los planes de siembra de los productores que prácticamente lo habían descartado. Si bien el impacto en la campaña 2015/16 será limitado, en 2016/17 se espera una respuesta agresiva. La necesidad de introducir rotaciones y la relación de precios que se espera decididamente favorable al cereal generarán enormes incentivos para la siembra, aunque un factor a mirar es la capacidad que tendrán los productores para invertir el monto que requieren los planteos con buena genética y fertilización. En este sentido, será crucial medir el impacto que pueda llegar a tener una suba de la tasa de interés durante el próximo semestre.

Las novedades locales se han hecho sentir a nivel internacional. A corto plazo se espera que Argentina recupere competitividad en el mercado, ya que los exportadores locales han adquirido un volumen superior al que tienen comprometido para embarcar y buscarán colocarlo durante los próximos meses. Con ello, obtendrán un margen considerable sobre los precios de compra. Ante esta situación, los valores FOB en puertos argentinos tienen margen para caer nuevamente por debajo del Golfo y generar mayor flujo de comercio desde nuestro país. En el medio de las especulaciones, compradores asiáticos han frenado sus compras en otros orígenes y esperan encontrar maíz más barato durante las próximas semanas.

El sector exportador argentino acumula compras por 17,5 M tn en lo que va de la campaña y desde abril colocó en el exterior unas 14 M tn. Los ROE Verde otorgados por compromisos asumidos con el exterior sumarían un millón de toneladas más, quedando el remanente -unas 2,5 M tn- a la espera de salir al mercado durante los próximos meses. Si este volumen no logra colocarse en su totalidad pasará en parte como stock sobrante para el próximo ciclo de comercialización, aunque se cree que buena parte encontrará comprador en el exterior.

En este contexto, Estados Unidos se encamina a sufrir una nueva reducción en su volumen anual de ventas externas. Las cifras del USDA muestran que hasta la última semana de noviembre los embarques acumulados desde puertos norteamericanos presentan una caída interanual del 28%, mientras que el retraso en los compromisos es del 25%. Con excepción de la gran sequía del 2012, se trata del menor volumen de ventas de los últimos 18 años. La firmeza del uso doméstico y la retracción en el ritmo de ventas de los productores se han vuelto elementos de sostenimiento del precio, aunque la abundante disponibilidad de oferta ejerce presión. Esto es visible en una industria como la del etanol, que este año utilizará menos maíz a pesar de encaminarse a un nuevo récord de producción. En varias zonas del interior norteamericano, especialmente hacia el sur, el sorgo se ha incorporado en la ecuación del biocombustible.