Economía

El Mercosur recobra impulso con la potencial incorporación de Bolivia

Guido D’Angelo – Emilce Terré
En el día de la fecha tiene lugar la Cumbre Presidencial del MERCOSUR, donde se espera que se apruebe la incorporación de Bolivia como miembro pleno del bloque sudamericano y se firme un acuerdo con Singapur. Oportunidades y desafíos para Argentina.

 

Hoy, 7 de diciembre, apenas tres días antes de la transición presidencial en Argentina, los cuatro jefes de estado del Mercado Común del Sur (Mercosur) se encuentran en Río De Janeiro en su cumbre de presidentes. Si bien se descarta que haya firma del acuerdo de libre comercio con la Unión Europea (cuyo comercio bilateral fue reseñado en este artículo), se prevén dos novedades trascendentes para la apertura de mercados de la Argentina: el ingreso de Bolivia al Mercosur y la firma del acuerdo de libre comercio con Singapur.

En este sentido, sobre fines de noviembre el senado de Brasil aprobó el ingreso de Bolivia al Mercosur, siendo el último estado miembro cuyo Congreso le faltaba ratificar el ingreso del país andino. Con la promulgación de la norma por parte del presidente Lula Da Silva, Bolivia pasaría de miembro asociado a integrarse como estado parte, con la misma membresía de Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay. 

Una oportunidad más para revertir el déficit energético y seguir estrechando lazos con Bolivia

Hablar de la relación entre los territorios de lo que hoy es Argentina con Bolivia es hablar de un vínculo de siglos, y una historia común que se remonta a los orígenes de ambas naciones. Llegando a nuestros días, una frontera de 742 kilómetros en el norte argentino y un comercio atravesado por el gas emergen como cuestiones fundamentales en las relaciones bilaterales.
    
El volumen exportador de la Argentina hacia Bolivia es recortado respecto de otros socios comerciales. Menos del 0,5% de las exportaciones nacionales tienen a este país como destino. Sin embargo, merece la pena destacar la amplia diversificación exportadora de los más de US$ 500 millones que se le exportan año tras año. Harina de trigo, autopartes, manufacturas de plásticos, productos químicos, entre otros bienes, destacan como bienes de peso.

En este sentido, Bolivia es el segundo destino más importante para la harina de trigo argentina. Más facilitación del comercio entre ambos países puede seguir apuntalando las exportaciones nacionales. Como se destacó hace poco, las exportaciones de harina de trigo son gran primer paso para seguir agregando valor en la cadena triguera. El complejo trigo despachó más de US$ 70 millones a Bolivia en 2022 entre harina y subproductos, siendo el principal complejo exportador hacia este destino.

No conforme con ello, existe un amplio espectro de productos que Argentina ya exporta al mundo, pero no a Bolivia, los cuales pueden tomar un nuevo impulso para insertarse en el mercado boliviano con la incorporación de éste al Mercosur. Turbinas de gas, autopartes, autos, oro, algodón, productos del complejo tabaco, productos del complejo pesquero, entre otros, destacan entre el universo de bienes para comercializar, de acuerdo con datos de la Asociación Latinoamericana de Integración (ALADI). Además, prácticamente la totalidad de las semillas de soja y girasol para siembra que exporta Argentina tienen a Bolivia como destino, mercado a potenciar mientras siga creciendo el agro en este país.

Por su parte, las importaciones argentinas desde Bolivia pueden sintetizarse en tres palabras: gas, soja y bananas. De un volumen de importaciones cercano a US$ 1.000 millones hasta septiembre de este año, el 77% corresponde a gas natural, de acuerdo con el Sistema de Estadísticas de Comercio Exterior del Mercosur (SECEM).

Asimismo, para sostener el nivel de actividad de la industria aceitera argentina, Bolivia también ha exportado porotos de soja hacia nuestro país, totalizando un volumen cercano a 0,4 Mt. Este tonelaje representa el 4% de lo importado en poroto de soja hasta octubre del 2023, por un valor CIF de US$ 166 millones. De todos modos, estas importaciones no presionan la balanza de pagos ya que la mercadería se compra para industrializarla y reexportar los productos derivados con mayor valor agregado. 

Finalmente, con relación a la importación de bananas en Argentina, Ecuador destaca como el socio histórico de nuestro país, dando origen al 50% del volumen importado en lo que va del 2023. Sin embargo, año tras año crecen las importaciones de bananas de Bolivia, que ya representan 1 de cada 4 bananas importadas hasta octubre de este año, con cerca de 100.000 toneladas valuadas en US$ 42 millones. Con todo esto, Argentina se ubica como tercer destino de las exportaciones de Bolivia, detrás de India y Brasil.

El comercio bilateral con Bolivia es sostenidamente deficitario para nuestro país desde 2012. Desde ese año hasta nuestros días el déficit acumulado supera los US$ 10.600 millones. La creciente necesidad de gas en gran parte del norte argentino y la saturación del sistema de transporte gasífero nacional han generado esta situación estructural. En este marco, toma especial preponderancia el proyecto de Reversión del Gasoducto Norte. Lógicamente, dicha licitación está pausada a la espera de la asunción de las nuevas autoridades para mayores definiciones. 

El último proyecto de reversión esperaba demandar una inversión de US$ 710 millones, de los cuales US$ 540 millones serán aportados por la Corporación Andina de Fomento (CAF). De realizarse, ampliará la distribución del gas en hogares e industrias de Córdoba, Tucumán, La Rioja, Catamarca, Santiago del Estero, Salta y Jujuy. Con dicho proyecto se busca también potenciar el desarrollo a escala de nuevas actividades industriales, especialmente la minería de litio, como destaca ENARSA. El proyecto de reversión incluye primeramente un nuevo gasoducto de 122 km de extensión entre las localidades de Tío Pujio y La Carlota, Córdoba. Además, se prevé cambiar el sentido de inyección del gas en 4 plantas compresoras existentes en Córdoba, Santiago del Estero y Salta. 

De realizarse, la Reversión del Gasoducto Norte espera en una primera etapa ampliar la provisión nacional de gas y reducir la dependencia importadora con Bolivia. Esto es aún más relevante en tanto Bolivia, a mediados de 2024, dejará de abastecer en firme con gas a la Argentina. Una provisión en firme no prevé interrupción, salvo en situaciones de emergencia o fuerza mayor. Sin embargo, el declino de las cuencas bolivianas imposibilita dicha situación. 

Con la concreción de esta obra, independientemente de la forma jurídica que tome la misma para llevarse a cabo, podría no sólo ampliarse la producción y distribución de gas en la Argentina, sino también, en un mediano plazo, comenzar a exportar gas a Bolivia. Esto colaboraría sustancialmente en recortar el marcado déficit comercial de Argentina con este país, y eventualmente regresar al superávit comercial bilateral.

El acuerdo de libre comercio del MERCOSUR con Singapur supone una oportunidad para la exportación de alimentos de Argentina

Las novedades del Mercosur vienen desde lugares del mundo de lo más disímiles entre sí. Mientras con Bolivia compartimos una frontera terrestre y cercanos hitos históricos, Singapur declaró su independencia en 1965, hace menos de 60 años. A más de 15.000 kilómetros de la Argentina y con casi 50 años de relaciones bilaterales, este país es pequeño en territorio, pero destacado en potencia económica. Ubicado en segundo lugar en PBI per cápita a nivel global y entre los primeros 15 principales emisores de Inversión Extranjera Directa del mundo, Singapur es una puerta de entrada a todo el sudeste asiático.

En este marco, luego de años de negociaciones, el Mercosur llegó a un acuerdo con este país para crear una zona de libre comercio. Este acuerdo se establece con el objetivo de ampliar los flujos comerciales, tener mayor previsibilidad y mejorar las condiciones para ampliar las inversiones entre estados parte. El mismo deberá pasar por los congresos de todos los países miembro del Mercosur para ser ratificado.

El consumo de carnes per cápita en Singapur supera los 107 kg por año por habitante, cerca de los 115 kg de la Argentina. Sin embargo, dicho consumo se reparte en un 45% para la carne aviar y un 28% para la carne porcina, con un 6% destinado a la carne bovina, consumo que es mayoritariamente de origen importado.

Hoy Argentina exporta carnes a Singapur, aunque compite con Brasil, Estados Unidos, Japón y Australia. Con el acuerdo de libre comercio emerge una nueva oportunidad para seguir facilitando el intercambio y competir en mejores condiciones, en tanto Singapur no impone aranceles ni contingentes arancelarios sobre los productos alimenticios y agrícolas importados (excepto para tabaco y bebidas alcohólicas).

Asimismo, los singapurenses consumen cerca de 20 kilos de pescados y mariscos por habitante por año. Así, la principal exportación argentina a este destino es pescados y crustáceos, de los que destacan camarones y langostinos. Sin embargo, también se exporta carne aviar, vinos y leche en polvo, entre otros productos. Los elevados niveles de ingreso de Singapur lo convierten en un mercado muy atractivo para la inserción de alimentos con elevado valor agregado.

El espacio para amplificar las exportaciones del agro es enorme, abarcando desde productos del complejo pesquero hasta carnes y productos de los complejos soja y maíz. De acuerdo con la Agencia Argentina de Inversiones y Comercio Internacional, también existen grandes oportunidades comerciales en economías regionales como arándanos y cítricos, y en alimentos para animales, entre otros. Se destaca especialmente la posibilidad de inserción de productos lácteos, con un fuerte crecimiento del mercado de lácteos bebibles, yogures, quesos, entre otros productos año tras año en Singapur.

Si bien las exportaciones son recortadas respecto al total nacional, la balanza comercial con Singapur también se mantiene sostenidamente deficitaria desde 2016. Este acuerdo emerge como un nuevo impulso para potenciar exportaciones en un mercado exigente y demandante de bienes con elevados grados de transformación industrial.

Por otra parte, dentro de las inversiones más destacadas en el país de capitales singapurenses, debemos destacar a Fusion Enertech International. Sobre fines del 2022, esta compañía de Singapur anunció inversiones en Argentina por US$ 1.200 millones para la exploración de litio. Sin embargo, ya hay capitales de Singapur en la extracción del litio argentino. Sales de Jujuy es un grupo con base en Singapur a través del cual las empresas Orocobre (Australia) y Toyota (Japón) ya invirtieron US$ 150 millones en el proyecto Olaroz de Jujuy, activo desde 2014 en Argentina.

Asimismo, la terminal de containers de Dock Sud es administrada por Exologística, una empresa creada por un joint venture en el que participa la compañía PSA International (Puertos de Singapur). Además, Trafigura, multinacional con sede en Singapur, adquirió activos de gran parte del downstream de Pampa Energía. Finalmente, Temasek, la compañía administradora del fondo soberano de Singapur, invierte en start-ups y empresas argentinas orientadas a tecnología, como Mercado Libre y Globant. Del lado de las inversiones argentinas en Singapur, las operaciones de Tenaris en Asia son controladas desde este país, al igual que Bagó, que dispone de su sede regional allí. 

Resulta claro que este acuerdo en ciernes, puede convertir a Singapur en un nuevo mercado estratégico para potenciar el comercio exterior y las inversiones directas en Argentina.