Tras el breve alivio que brindó el comportamiento positivo de algunos mercados durante la semana pasada, la presente volvió a mostrar bajas generalizadas. Los dos factores -de enorme complejidad que presionan sobre las cotizaciones han sido la desaceleración del nivel de actividad en Estados Unidos y los problemas fiscales de Grecia. Claramente, el temor excede a los desafíos que presentan estas naciones en particular: lo que está en juego es la salud de la economía global.

En la zona del Euro el derrotero bajista se ha prolongado por octava semana consecutiva, al conocerse que la actividad del sector privado ha mostrado un desempeño muy desalentador, apenas positivo y sólo gracias a la contribución de Francia y Alemania. Esto indicaría que las consecuencias de la situación caótica que experimenta Grecia empiezan a sentirse en la economía real de sus países vecinos, siendo el sistema financiero el principal mecanismo de propagación de este flagelo. Fue así como los bancos, fundamentalmente los italianos, fueron los más castigados.

Un desenlace favorable para esta apremiante situación podría encontrarse próximamente. La llegada a un acuerdo entre los prestamistas internacionales para apoyar un nuevo intento de rescate introdujo cierto optimismo a primera hora del viernes. No obstante, mayor ayuda financiera al país helénico sería inocua si aquel país no introduce extensas reformas tendientes a mejorar su situación fiscal y dotar de mayor fortaleza a su sector financiero. Al encontrarse la economía en una fuerte recesión, tales políticas de ajuste -aunque tengan un propósito expansivo- necesitarán un amplio consenso político y apoyo del público para obtener éxito, algo que se vislumbra difícil de lograr. Como resultado de los factores comentados, el índice Euro Stoxx 50 -de referencia en la eurozona cerró el viernes en 2.715,88 puntos, registrando una caída semanal de 1,96% y llegando a su valor mínimo en siete meses. Con la misma tendencia operó el DAX alemán, que llegó el viernes a 7.121,38 puntos, arrojando un saldo negativo del 0,60% en la semana.

Cruzando el océano, la situación económica de Estados Unidos tampoco deja de ser motivo de preocupación. El día miércoles, el presidente de la Reserva Federal, Ben S. Bernanke, reconoció que la actividad marcha a un ritmo menor a lo deseado, aunque se mostró optimista de que esta coyuntura se explique por factores transitorios.

Durante el curso de la semana, diferentes indicadores que siguen la evolución de la actividad económica del país del Norte arrojaron un saldo dispar. Los mercados laboral e inmobiliario persisten con dificultades y muestran evidentes signos de debilidad, aunque al día viernes las cifras del sector manufacturero -por encima de las esperadas por los analistas permitieron alejar los temores de una desaceleración económica más pronunciada.

Sin embargo, los mercados norteamericanos no pudieron permanecer exentos de las horas de tensión que se experimentan en Europa. El índice Dow Jones Industrials perdió 0,58% en el curso de la semana, cerrando el viernes en 11.934,58 puntos. El índice Standard & Poor's 500, por su parte, también culminó la semana en rojo, en 1.268,44 puntos, con pérdidas del 0,24% y llegando a un nivel de soporte dado por la media móvil de 200 ruedas.

Finalmente, en lo que respecta al panorama local, diversos factores incidieron en el desempeño del MERVAL, que a diferencia del contexto internacional, tuvo un comportamiento moderadamente alcista en la semana reducida, sostenido por las acciones del sector energético y las asociadas a las materias primas. Un factor que entusiasma a los inversores fue la noticia de que nuestro país creció al 9,9% anual durante el primer trimestre del año, un avance sustentado en el impulso del consumo y el gran dinamismo de la obra pública.

La semana culminó con la bolsa local en un nivel de 3.287,62 puntos, 0,56% por encima del valor alcanzado siete días antes. Los papeles de mejor rendimiento fueron Molinos Rio de la Plata y Ledesma, con expansión semanal del 11,58 y 6,99%, respectivamente. El desafío para el mercado local en los próximos días será mantenerse al margen de los episodios de pánico que se temen desde el exterior.