El sector ganadero, clave para la economía argentina, cerró el año pasado con subas del 19% en exportaciones y del 3% en producción. El 2022 también dejó un alza del 0,6% en empleo ganadero, con el sector generando cerca de 1 de cada 20 empleos argentinos.
Se estima un incremento interanual del 4,2% para carnes bovina, porcina y aviar. El consumo vacuno recuperaría participación relativa frente a sus sustitutos, y Argentina seguiría siendo el mayor consumidor mundial de carne bovina por habitante.
La producción mundial de carne vacuna caería 0,3% y el consumo 0,1% debido al menor dinamismo económico global. Entre los países exportadores, Brasil e India son los grandes emergentes en producción, mientras Argentina produce lo mismo que hace 40 años.
Argentina más que duplicó su producción de carne porcina en los últimos 10 años y la multiplicó por 5 en los últimos 20. Aun así, la cadena continúa siendo deficitaria en términos de balanza comercial.
No obstante, el sector muestra señales de un relativo estancamiento en la última década. El desempeño exportador, entre las claves que explica este magro desempeño.
La cadena láctea, de fuerte anclaje en Santa Fe, registró en 2022 la producción más alta desde el 2015 y, de la mano de ello, un récord de ventas al exterior. A continuación los principales eslabones de este componente clave de la dieta argentina.
Aun con fuertes restricciones de forraje y mayores costos de suplementación para transitar el invierno, el retraso que arrastra el precio tanto del ternero como de la vaca, configuran una de las peores campañas para la cría de los últimos años.