
Cerrado el 1er semestre del 2023, el brutal golpe de la sequía se hace sentir. La comercialización en el mercado interno, la descarga de granos en puertos, los embarques y nuevos negocios de exportación tocan nuevos mínimos.
Cerrado el 1er semestre del 2023, el brutal golpe de la sequía se hace sentir. La comercialización en el mercado interno, la descarga de granos en puertos, los embarques y nuevos negocios de exportación tocan nuevos mínimos.
Los costos asociados a la producción habrían ascendido a más de US$ 16,4 mil millones en la campaña, un 23% por encima del ciclo previo, explicado por el aumento en el precio de los insumos.
Aún con el impulso de importaciones temporarias récord y el PIE III de los meses de abril y mayo, el crush de soja se desplomó en el primer bimestre de la 2022/23. En cuanto al maíz, se aceleraron las ventas externas en los últimos 15 días.
Se comercializó solo el 3% de lo que se proyecta producir en la campaña 2023/24, cuando al mismo momento del año pasado ya se había comprometido el 41% del volumen finalmente cosechado.
En el ciclo 2023/24 se proyecta una cosecha récord en China y mayor demanda de importaciones. En los últimos años, el gigante asiático aumentó de forma exponencial la demanda de maíz y trigo, mientras que en soja ya no crece de forma sostenida.
A pesar del intento de recomposición en los precios de la hacienda con incrementos del orden del 50% promedio, la escalada inflacionaria que devino en un contexto de consumo debilitado y elevada oferta de hacienda, no tardó en generar nuevos retrasos.