Commodities

Retrocede la exportación en el mercado local de maíz

Guillermo Rossi

Los futuros de maíz en Chicago insinuaron una recuperación a lo largo de la semana, aunque sin alejarse demasiado de los mínimos de cuatro años alcanzados a finales de julio. La tendencia bajista encontró un soporte en la zona de los u$s 3,60 por bushel, cifra ligeramente superior a u$s 140/ton, aunque al llegar el viernes nuevas bajas condujeron al mercado a su séptima caída semanal consecutiva. En ese lapso los fondos especulativos revirtieron el posicionamiento de su cartera, pasando de contar con predominio de posiciones compradas a tener saldo neto vendido. Si bien esto podría interpretarse como una apuesta a mayores bajas de parte de los operadores institucionales más calificados, un relevamiento publicado por Reuters anticipa precios relativamente estables para el último trimestre del año.

En general, la acción del mercado ha descontado casi totalmente la expectativa de una cosecha récord en Estados Unidos, incluso mayor a la obtenida en la campaña 2013/14 pese a la reducción del 4% en el área sembrada. Durante esta semana se conocieron las estimaciones de dos influyentes firmas de análisis de mercado, Informa Economics y FC Stone, que se ubicaron en 355,3 y 367,2 millones de toneladas, respectivamente. Por su parte, Thomson Reuters Lanworth sorprendió con una proyección de producción de 375 millones de toneladas, hasta el momento la cifra más holgada entre las conocidas. El USDA actualizará su número en el reporte mensual del próximo martes. El consenso apunta a un incremento de los rindes cercano a 3 qq/ha frente a la cifra reportada el mes pasado.

Los pronósticos optimistas de cosecha se combinan con cierta retracción de la demanda. La molienda norteamericana se ha ralentizado en la última semana, en un marco de caída de los precios del petróleo y el etanol, al tiempo que el mercado de residuos secos de destilería (DDGs) –el principal subproducto de la industrialización- continúa sobreofertado y con menores posibilidades de salida exportadora ante la retirada de los compradores chinos. El flujo de exportaciones del grano también ha sufrido una disminución, en parte generada por la creciente competencia de las cosechas tardías de Brasil y Argentina. A pocos menos de un mes del comienzo del nuevo ciclo de comercialización en Estados Unidos, los embarques ya comprometidos de maíz nuevo totalizan 7,7 millones de toneladas, un 10% por encima del promedio de los últimos 5 años aunque 1,6 millones de toneladas por debajo de lo negociado a la misma fecha del año pasado.

Si se cumplen las previsiones de cosecha, el mercado internacional encontrará holgada oferta hacia finales de año, lo que podría tener implicancias bajistas para las primas FOB en puertos sudamericanos, que se mantienen en niveles históricamente elevados. En las terminales del Up River se pagan hasta u$s 45/ton sobre la posición septiembre de Chicago para embarcar hasta la primera quincena de octubre. Sin embargo, desde allí en adelante Argentina podría convertirse en un origen poco competitivo para seguir exportando maíz en grandes volúmenes. Algo similar ocurre en Brasil, donde el Ministerio de Agricultura activó esta semana su programa de sostenimiento de precios internos, que implicará un sacrificio presupuestario de R$ 500 millones.

Los embarques argentinos efectivizados desde marzo hasta el momento totalizan 7,2 millones de toneladas, cerca de la mitad del volumen colocado en el mismo período del año 2013, cuando los puertos trabajaban a todo vapor. En función de las dificultades que emergen para colocar el remanente, se refuerza la expectativa de que el mercado local llegará a los primeros meses de 2015 con inventarios más elevados que los del último año, pese a la caída de la producción respecto del récord de 2012/13. El contexto predominantemente «pesado» por el que transitan otros granos forrajeros, como el sorgo y la cebada, reafirma esta perspectiva.

Naturalmente, este escenario condiciona las decisiones de siembra de cara a la campaña 2014/15. Los primeros relevamientos de intención en zona núcleo apuntan a una caída que podría superar el 20%, concentrada en las siembras de primera. Pese a que el panorama climático parece favorable para el cultivo, las dificultades de financiamiento y el encarecimiento de los costos de transporte son las principales amenazas, a la que se suma el fuerte deterioro interanual de los precios. Los valores a cosecha son 10% inferiores a los registrados en agosto de 2013 y se encuentran un 25% por debajo de los vigentes en la pre-campaña del invierno de 2012.

Los negocios por maíz nuevo son prácticamente nulos hasta el momento, circulando una idea de precio en torno a u$s 140/ton con entrega en abril en la zona de Rosario. En tanto, el mercado disponible perdió fluidez en la última semana, con menor participación de la exportación en la búsqueda del cereal y una virtual paralización en las emisiones de ROE Verde por la UCESCI hasta el día viernes, en el que se entregaron 343.600 toneladas en 22 emisiones. Los precios aterrizaron en $ 1.030/ton, por debajo de los $ 1.100/ton de principios de semana. Naturalmente, el ánimo de los vendedores cayó notablemente y buena parte de la oferta quedará al aguardo de una mejora de los precios para volcarse nuevamente a la plaza.

De a poco los consumos van incrementando su agresividad de cara a la época de mayor firmeza estacional de la absorción interna. Sobre el final de la semana se pagaban hasta $ 1.100/ton por maíz en condiciones Cámara sobre Baradero y Concepción del Uruguay. Otros compradores convalidaban cifras similares bajo diferentes requerimientos de calidad y plazos de pago. El esperable incremento de las faenas porcina y avícola en los próximos meses generará una reactivación de la utilización doméstica del cereal, en simultáneo con una gradual retirada de la exportación, que muestra un saldo de compras sobre ventas superior a 5 millones de toneladas.