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¿Cómo se posiciona el girasol en la economía argentina y el mundo?

Bruno Ferrari - Patricia Bergero
El girasol se posiciona como la segunda oleaginosa más importante en nuestro país. Dicha actividad se caracteriza por desarrollarse en EAPs de pequeña escala. En materia de exportaciones, Argentina se ubica 3ro en despachos aceite y harina de girasol.

 

El girasol se encuentra dentro de la cadena de valor de oleaginosas y es el segundo cultivo más importante por detrás de la soja. En cuanto a su ubicación geográfica, se encuentra más concentrado que la soja, destacando la provincia de Buenos Aires con poco más de la mitad del área sembrada total y, al añadir a la provincia de Chaco, Santa Fe, La Pampa y Santiago del Estero dicho conjunto de jurisdicciones abarca el 97% de la superficie sembrada a nivel nacional.

En perspectiva histórica, es un cultivo que tuvo un importante auge en Argentina entre las década del 30 y 50, 60 hasta mediados de los 70 y en 80 y 90, con una caída posterior en su importancia relativa desde comienzos de siglo. Entre los factores determinantes de dicha declinación en superficie se debe a la competitividad que le presentaba la soja, fuertemente estimulada por la creciente demanda internacional por proteínas y la introducción de la RR, y la competencia del aceite de palma, cuyos costos de producción eran relativamente menos onerosos que los de girasol. También se produjo una relativa pérdida de participación del aceite de girasol en el consumo interno -familiar e industrial- a favor de aceites más baratos, como las mezclas con otros. En el orden internacional también hay que incluirla sustitución parcial de la demanda europea de aceite de girasol argentino por el de Ucrania y Rusia. (SSPM, 2017)

Siguiendo a Lódola, A. & Picón, N. (2021), en cuanto a los diferentes eslabones de generación de valor, la producción primaria es clave al aportar el 87% del total mientras que el proceso de industrialización el 10% y el 13% restante el transporte. En este sentido, la producción que no se destina como grano se incorpora al eslabón de industrialización. A través de la molienda se obtiene aceite, harina y pellets, siendo éstos los productos que se emplean posteriormente en diferentes procesos productivos para abastecer al mercado interno y las exportaciones. A continuación, se presenta una caracterización detallada del cultivo en perspectiva del posicionamiento local e internacional.

•    Evolución de la producción de girasol y su importancia entre las oleaginosas

Tal como se observa en el siguiente cuadro, en Argentina se alcanza un máximo histórico de área y producción en la campaña 1998/99 con 4,2 millones de hectáreas y 7,1 millones de toneladas. A partir de aquí, la preponderancia del cultivo fue declinando, alcanzando una estabilidad productiva en un menor nivel desde comienzos de siglo, salvo algunos subperíodos particulares donde arriba a niveles mínimos el volumen producido. A su vez, en cuanto a la participación relativa del girasol entre el conjunto de las oleaginosas, en los momentos de auge el girasol llegó a representar el 30% del total mientras que con la caída en superficie sembrada y la expansión de la soja se observa una menor participación que hoy se ubica en torno al 9%.

Para el ciclo 2021/22 se estima una producción de 3,56 Mt con un área sembrada de 1,77 M ha, recuperando parcialmente el terreno perdido en las últimas dos campañas luego del pico de 3,8 Mt en el ciclo 2018/19. Se recalca que el área sembrada ha caído en los últimos dos períodos debido principalmente a que el clima no ha acompañado para llevar adelante las labores de implantación, fundamentalmente en el norte argentino, lo cual ha repercutido en el total producido. Para el girasol actualmente sembrado, se registra un aumento del 22% en la superficie. Existe incertidumbre respecto de los rindes en determinadas regiones ante la persistencia del clima seco necesitándose lluvias para los lotes que están en floración, si bien en otras áreas, con buen nivel de precipitaciones previas, la mayor tolerancia a la escasez hídrica lo muestra como el mejor cultivo de todos los de cosecha gruesa. 

En materia de la estratificación productiva, si se analizan los datos del Censo Nacional Agropecuario 2018, se observa que las explotaciones agropecuarias son de pequeño tamaño relativo en términos promedios. A nivel nacional, el tamaño medio de cada explotación se estima en 191,9 ha, con la provincia de Buenos Aires un número inferior de 185,5 ha al igual que Santa Fe y La Pampa, que obtienen una extensión promedio por explotación de 151 y 179,2 ha. Al tiempo que Chaco se encuentra por encima del promedio con 230,2 ha, Santiago del Estero exhibe el guarismo más alto con 554,9 ha. 

A pesar de tales referencias en materia de explotaciones productivas, es importante recalcar que el CNA 2018 registra un total de hectáreas de girasol (1,1 M ha). Esto está muy por debajo de las estimaciones oficiales del MAGyP y de diversos organismos que evalúan la producción, como así tampoco no condice con una superficie que arroje los tonelajes utilizados a lo largo de la campaña comercial.

•    Aporte al valor agregado y empleo del conjunto de cadenas agroalimentarias

En la agregación de valor a la economía, se estima para la cadena de girasol un aporte de $ 2.575 millones en el año 2020, lo cual representa el 2% del total generado por el conjunto de las cadenas agroalimentarias. Tal guarismo implica el menor valor generado desde el año 2016 y comparado con el año 2019, se observa una caída del 16%. Asimismo, si se compara con el desempeño obtenido a comienzos de los años 2000, el aporte relativo del girasol disminuyó como consecuencia de su estancamiento en la producción, fruto del desplazamiento hacia áreas menos productivas por la competencia que le representaban otros cultivos. En este sentido, se hace imperante desarrollar políticas tendientes –o, al menos, no implementar políticas desalentadoras para la producción, como la existencia de derechos de exportación- a concretar u optimizar las mejoras tecnológicas que permitan arribar a mayores volúmenes productivos para sostener el incremento en la generación de valor, al igual que alcanzar mayores encadenamientos productivos hacia el desarrollo de manufacturas.

Mientras que, por el lado del empleo - siguiendo a Lódola, A. & Picón, N. (2021) - dicha cadena emplea 31.482 personas según datos a 2017. Mientras que el total de cadenas agroalimentarias arribaría a un total estimado de 2,1 millones de ocupados. De esta forma, el girasol representaría el 1,5% del total de empleos del total considerado.

•    Rol internacional en el mercado exportador

En el plano internacional, Argentina cumple un rol de gran relevancia en cuanto a producción de girasol y exportaciones de dicho complejo oleaginoso. A nivel productivo, si bien nuestro país ha perdido terreno a lo largo de los años en materia de superficie sembrada, se mantiene como un actor clave a nivel internacional. El aceite de girasol es, junto con el de colza o canola, uno de los aceites de mayor calidad (dejando de lado el de oliva, de mayor pricing) y, por lo tanto, apunta a satisfacer un segmento de consumidores muy específico y con demanda en alza entre una población con creciente concientización respecto de la alimentación. Para el ciclo 2020/21, la producción estimada en 3,3 Mt nos ubica en el tercer puesto a nivel global, aunque muy por detrás de Ucrania (14,1 Mt) y Rusia (13,2 Mt) que se consolidan actualmente como los dos principales productores. Estos países vienen realizando una gran expansión del área sembrada y mejora de rendimientos, lo cual les ha permitido duplicar la producción en la última década.

Por otro lado, en materia de comercio exterior se estima para el ciclo 2020/21 exportaciones por 764.000 t de aceite y 893.000 t de harina/pellet, lo cual ubica a nuestro país como el tercero más importante a nivel global en ambos tipos de productos, solo por detrás de Ucrania y Rusia. En este sentido, estos dos países son nuestros principales competidores en los mercados importadores, principalmente en el importante mercado europeo. A lo largo de los últimos 20 años, Argentina ha logrado colocar los principales subproductos exportados del complejo, pero concentrándose fuertemente en destinos y perdiendo espacio en países de Europa ante el avance productivo y de industrialización de estos dos competidores antes mencionados.
 

En el caso de exportaciones de girasol en grano se adquiere una menor relevancia con la séptima posición a nivel mundial. Esto se debe a que, a nivel local una proporción importante de la producción se destina a la industrialización para continuar con el agregado de valor con objeto de abastecer el mercado interno y externo.

•    Aporte en derechos de exportación (DEX) del complejo girasol

Respecto al aporte del complejo girasol en derechos de exportación (DEX), se destaca el reestablecimiento de alícuotas mayores a cero para los productos del complejo desde mediados del año 2018, ante la situación de una importante inestabilidad macroeconómica en nuestro país. 

Si se centra la mirada en los últimos dos años y las perspectivas para el 2022, en 2020 se estimaba una recaudación por derechos de exportación de las exportaciones del complejo por US$ 24,4 millones. En dicho año, si bien la producción se encontraba por encima de lo registrado en el último ciclo comercial, el volumen exportado de subproductos del complejo no fue alto y los precios internacionales no eran tan favorables como los observados a partir del año pasado. En este sentido, para el año 2021 el aporte en DEX arriba a nada menos que US$ 70 millones, cómo consecuencia del aumento en las cantidades exportadas de productos industrializados como del importante rally alcista en aceites y harinas.  

Por último, en base a las estimaciones futuras de Declaraciones Juradas de Ventas al Exterior (DJVE) y perspectivas de precios FOB a exportar, se proyecta una recaudación en DEX por US$ 44,9 millones para el año 2022. Dicho guarismo, implicaría una caída del 36% con respecto al año 2021. Tal situación se debe a las menores proyecciones de exportaciones en subproductos del complejo girasol, aunque se espera que los precios se sostengan en niveles altos en términos generales.