Commodities

Comienza a despegar el mercado de trigo

Guillermo Rossi

Los futuros de trigo negociados en Chicago finalizaron en alza por primera vez en las últimas cuatro semanas, aunque mostrando ganancias muy moderadas. Los valores continúan presionados por los inventarios relativamente holgados en países exportadores y la buena condición de los cultivos implantados en el hemisferio norte, aunque esto último impacta mayormente sobre las posiciones más alejadas. Aun así, la curva de vencimientos muestra un patrón ascendente, contrario al que se observa en los futuros de soja.

La producción mundial récord–superior a 700 millones de toneladas- permitió enfrentar una demanda creciente, destacándose la voracidad compradora de China y Brasil durante los primeros tramos del ciclo comercial. Sin embargo, estos participantes se han retirado transitoriamente de la búsqueda del cereal y el grueso del interés se concentra en los países africanos y de Asia central, jugadores tradicionales de este mercado.

De cara a los próximos meses el panorama es incierto. El trigo blando norteamericano se avizora como uno de los más competitivos del mundo para los embarques en los primeros meses del año 2014. Esta situación se presenta pese a que Europa –en particular, Francia- todavía cuenta con potencia exportadora, aunque sus precios alcanzaron recientemente los registros más elevados de las últimas cinco semanas, en el marco de problemas puntuales de calidad en algunas regiones y cierta congestión portuaria. En su última licitación de compra, Egipto rechazó mercadería francesa argumentando precios elevados.

Esta situación cobra relevancia ya que durante los últimos días crecieron los temores por el resultado de la cosecha en Australia, donde el exceso de lluvias y las heladas en las últimas instancias de desarrollo de los cultivos impactaría negativamente sobre el saldo exportable y la calidad de los granos. El país oceánico se ha mantenido en el podio de los principales exportadores durante los últimos años y su oferta es clave para abastecer durante el segundo semestre de la campaña.

La situación de nuestro país tampoco contribuye a estabilizar la oferta global. La recuperación de la producción que se espera para el año entrante es poco significativa, aunque la industria se encamina hacia un mejor año gracias a que se advierte un escenario de calidad normal y menores exportaciones durante los primeros meses de la campaña. La cosecha comenzó en las provincias del norte hace algunas semanas atrás y ya avanza en el núcleo norte. No obstante, el volumen recolectado hasta el momento no supera el millón de toneladas, dado que los rindes en estas regiones se ubicaron por debajo de las previsiones iniciales.

En la primera estimación de producción de GEA – Guía Estratégica para el Agro de la Bolsa de Comercio de Rosario, la cosecha de trigo 2013/14 se proyectó en 9,1 millones de toneladas, una suba del 4,6% respecto del año pasado. Dicho volumen se obtendría fruto de un área implantada de 3,54 millones de hectáreas -4,1% superior a 2012/13- y rindes de 27,2 qq/ha, con una superficie no cosechada de 190.000 hectáreas.

Partiendo de un stock inicial extremadamente bajo, en la campaña 2013/14 cabe esperar que la industria recupere su nivel de actividad, llevando la molienda por encima de los 6 millones de toneladas, lo que repetiría el escenario de los años 2010, 2011 y 2012. De concretarse esta estimación, el saldo exportable se contraería a dos millones de toneladas o quizás algo menos, suponiendo que se producirá una leve recomposición de los inventarios. Bajo estos supuestos, las ventas externas tocarían un mínimo de 35 años y quedarían muy por debajo de las expectativas iniciales, que apuntaban a cinco millones de toneladas según se desprende de la apertura anticipada del cupo de exportación anunciada el 6 de marzo.

En cuanto a los precios, en los últimos días el mercado parece haber encontrado un nivel de equilibrio, con operaciones fluctuando entre u$s 215 y 220 por tonelada por trigo en condiciones Cámara en el recinto de esta Bolsa. En los primeros días de la semana se negociaron unas 10.000 toneladas por día, aunque en la segunda mitad el volumen cayó notablemente y no superó las 5.000 toneladas diarias. Asimismo, el flujo de camiones hacia las terminales portuarias comenzó a tomar fuerza y superó ampliamente a los registros de la semana pasada. Los entregadores reportaron la llegada de más de 800 unidades durante la última semana, en datos que cubren hasta las 7am. Durante la próxima semana se espera que los trabajos de descarga en los puertos sean más significativos.

Hasta el momento la exportación acumula compras por menos de 850.000 toneladas, frente a las más de 4,5 millones que habían adquirido a la misma altura del año pasado. En términos relativos, este volumen representa menos de la mitad del saldo exportable y cerca del 9% del total de la producción. Por su parte, durante los últimos días los molinos de la región ofrecieron valores ubicados entre $ 1.300 y hasta $ 1.500 por tonelada, dependiendo de las condiciones de calidad, entrega y pago de la mercadería. La mayor parte de los mismos logró aprovisionarse de materia prima con contratos forward, encontrándose ahora a la expectativa de que mayor oferta comience a buscar compradores. A nivel nacional, la industria declaró compras por 264.000 toneladas hasta el 6 de noviembre, aunque ese número es ahora sensiblemente más elevado.