Incluso a pesar de registrar el menor valor exportado desde 2020, el agro continúa siendo el pilar de las exportaciones argentinas al mundo. El complejo trigo lideró la caída interanual, en tanto soja y maíz perdieron un 44% y 33%, respectivamente.
En 2023, las reservas brutas registraron una fuerte caída nominal. Se configuró un año de una sequía histórica que debilitó el cobro de exportaciones, mientras que hubo alta demanda de dólares por importaciones y pago de deudas.
En 2023 el comercio exterior entre bloques se acercaría a US$ 110.000 millones, en una canasta exportadora con gran peso del agro. La UE viene perdiendo participación en el comercio exterior del Mercosur. Perspectivas de cara al Acuerdo de Asociación.
Más acceso para el trigo argentino en el mercado de mayor producción, consumo e importación del mundo. Las importaciones vienen pesando cada vez más en el consumo interno chino. Oportunidades y limitaciones.
En un contexto de menor volumen negociado como consecuencia de la sequía, se destaca el crecimiento del canje, un aumento de los negocios a fijar en desmedro de las ventas con precio hecho, y de la contratación en pesos respecto de los negocios en dólares.
En el acumulado de diciembre a enero, la entrada de camiones con trigo a los puertos del Up River aumentó más de un 150% interanual, mientras que los embarques un 55%. Aun así, ambos guarismos continúan por debajo de los promedios históricos.
Las proyecciones productivas globales para la campaña entrante indican el rumbo de las cotizaciones. Los fondos han comprado las estimaciones y aumentan sus posiciones netas vendidas presionando aún más sobre los precios.
El aumento de la faena durante 2023, producto de la pérdida de forrajes ocasionada por la sequía, será un gran condicionante de la oferta ganadera a partir de este ciclo, sumado al faltante esperado de terneros debido al impacto sobre las tasas de procreo.