Commodities

Impacto de la crisis del Sudeste Asiático en los mercados agropecuarios

Ariel Grignafini

El presente informe tiene como objetivo mostrar el impacto de la crisis del Sudeste Asiático en los mercados agropecuarios 
El 2 de Julio pasado, el gobierno tailándes liberó el mercado cambiario de su país y permitió que su moneda, el baht, flotara libremente frente al dólar norteamericano. A partir de entonces, las monedas de otros países vecinos como Filipinas, Malasya, Indonesia y más recientemente Corea del Sur, han sufrido devaluaciones en sus paridades cambiarias que en algunos casos han alcanzado el 50 % (Indonesia y Thailandia). La gran devaluación de las monedas locales, generó situaciones francamente insostenibles para las empresas endeudadas en dólares, y ello extendió la crisis a los bancos acreedores de las mismas, dado que un elevado porcentaje de sus carteras pasó a ser non performing (incobrables). Hoy en día, la profunda crisis financiera que sacudió a los mercados de estos países permite presagiar un período de crecimiento mucho más moderado, e incluso con desempleo, debido a las medidas de ajuste implementadas con el objeto de eliminar las profundas distorsiones en las que había incurrido la economía hasta el momento. 
Como consecuencia de las devaluaciones ocurridas en los últimos meses, los países del SEA mencionados anteriormente, han logrado una mayor competitividad frente al resto del mundo, dado que hasta el momento los índices inflacionarios no han sido anormalmente elevados. Este contexto puede provocar un aluvión de bienes producidos en el SEA hacia el resto del mundo, especialmente hacia aquellos países ligados al área dólar, que ahora corren el riesgo de perder mercados de exportación de la mano de los tigres asiáticos.
El país más afectado en este sentido sería USA. La gran fortaleza que manifiesta la economía norteamericana, aparece como el único medio de salvación para las alicaídas economías asiáticas dado que ven en este país un atractivo mercado en el cual colocar los stocks de mercadería acumulados como consecuencia del menor consumo interno. Sin embargo, la presión política que ejerce el parlamento norteamericano a favor de medidas proteccionistas ante el probable “avasallamiento” de productos asiáticos, es muy fuerte limitando la posibilidad de que USA absorba ese excedente de producción. Por otra parte, la economía japonesa está transitando una recesión muy severa por lo que existe escaso interés en adquirir productos de otros países asiáticos.