Economía

“Paul, ganaste el Premio Nobel, te están intentando contactar, les pasamos tu celular pero no contestás”

Guido D’Angelo – Emilce Terré
Dos economistas estadounidenses fueron galardonados “por mejorar la teoría de las subastas y crear nuevos formatos de subastas”.

 

Con esta frase Robert Wilson, el otro ganador del Nobel de Economía de este año, tocó el timbre de su amigo y compañero de premio pasadas las dos de la mañana. La espectadora de lujo fue la esposa de Paul Milgrom, quien desde Estocolmo y avisada por las cámaras de seguridad de su casa se enteró de la gran noticia. 

La universidad de Stanford, donde los laureados dedican su vida académica, subió a su Twitter el video de las cámaras donde se puede ver la sorpresa. Los ganadores no sólo han trabajado juntos por décadas, sino que además viven a 40 metros uno del otro. “Suena del siglo XIX que le avise tocando la puerta” se ríe Robert Wilson en una entrevista. 

Estos dos economistas estadounidenses fueron galardonados “por mejorar la teoría de las subastas y crear nuevos formatos de subastas”. Los desarrollos de Milgrom y Wilson se remontan a 1993 “necesitaban una forma de subastar el espectro de radios de los Estados Unidos, el Congreso ya lo había autorizado. El problema era que nadie sabía cómo hacerlo, y yo tampoco, pero me dije a mi mismo ´podemos hacerlo mejor que esto´. Ahí fue cuando lo llamé a Bob [Wilson]. Terminamos creando un diseño de subastas que se usó en todo el mundo” cuenta Milgrom en otra entrevista.

Hablar de subastas no nos limita únicamente a comprar obras de arte o inmuebles de personas endeudadas. El internet del celular o computadora desde donde estás leyendo esta nota depende de una frecuencia de internet que fue subastada. Cuando el gobierno necesita fondos y sale a tomar deuda en los mercados de capitales lo hace mediante una subasta. En todos estos sentidos, los laureados de este año han colaborado en entender mejor cómo funcionan estos procesos de mercado.

Robert Wilson fue el primero en crear un marco de análisis de subastas con valores comunes, describiendo cómo actúan los oferentes en dichas circunstancias. Sus postulados encontraron la estrategia óptima para subastar con incertidumbre respecto del valor del bien subastado. A mayor incertidumbre, Wilson plantea que las ofertas serán más reservadas, obteniendo precios más bajos. Asimismo, muestra que la asimetría de información entre los oferentes complica aún más los problemas derivados de la llamada “maldición del ganador”. Esta última sucede cuando el ganador de la subasta sobrestima el valor del objeto subastado, pagándolo por encima de su valor común.

Uno de los problemas de las subastas radica en conciliar el valor privado con el valor común de lo que se subastará. El valor privado es justamente lo que un agente valora individualmente. Esto debe combinarse lo que estimamos es el valor común, es decir, a cuanto podremos vender este bien en un futuro, en función de cuanto es apreciado por los demás. Quien finalmente logró un modelo que concilia exitosamente estos dos valores fue Paul Milgrom,  buscándole respuesta al mismo tiempo a la maldición del ganador.

Los postulados de los Nobel de este año, analizados en conjunto, muestran un principio general: una subasta dará mayor rentabilidad cuanto mayor sea la información que se brinde antes de comenzar la misma.

Además, estos economistas han creado nuevos formatos de subastas que se han diseminado por todo el mundo. La Subasta Simultánea de Múltiples Rondas (SMRA), la Subasta del Reloj Combinatorio (CCA), la Subasta de Incentivos (IA), entre otras, dan crédito a sus aportes en el campo de la economía. Estos han sido de gran beneficio tanto para compradores y vendedores, así como para la sociedad en su conjunto.

Amerita destacar que el nombre real del premio es “Premio a las Ciencias Económicas del Banco Central de Suecia en memoria de Alfred Nobel”. No es un Nobel per se, ya que no fue establecido en el testamento de Alfred Nobel, como si lo fueron las categorías de Física, Química, Medicina, Literatura y Paz, que comenzaron a entregarse en 1901. El hoy popularmente conocido Nobel de Economía fue entregado por primera vez en 1969. Si bien no ha estado exentos de polémicas, su prestigio y reconocimiento es indudable.