Commodities

La exportación de aceites vegetales alcanza un récord histórico

Franco Pennino – Matías Contardi – Emilce Terré
A solo un mes de finalizar el año, las exportaciones de aceite de soja y girasol rompen récords históricos. La India apuntaló el volumen despachado gracias a políticas de corte más exigentes en Indonesia.

 

1 – Aceites argentinos: un mayor protagonismo internacional

Argentina experimenta un viento de cola en su papel como exportador de aceites de vegetales. Incluyendo soja y girasol, las exportaciones de aceites vegetales alcanzaron un récord de 7,12 Mt entre enero y noviembre de 2025, de acuerdo con estimaciones propias basadas en INDEC y NABSA. La dinámica exportadora viene siendo extraordinaria para el girasol teniendo en cuenta que hasta noviembre ya se embarcaron 1,43 Mt, la cifra más alta del siglo, dentro de esta ventana temporal. Enmarcado en una tendencia creciente que todavía no encuentra límite, los volúmenes actuales casi duplican el promedio de los últimos diez años.

Al mismo tiempo, los embarques de aceite de soja siguieron la misma tónica que los de girasol, despachando 5,69 Mt en lo que va del año, apenas 100.000 toneladas debajo del récord de 2021. Este volumen marca el segundo registro más alto de la historia para los primeros 11 meses del 2025.  

La importancia de la industria aceitera toma gran magnitud al comparar en términos de valores exportados. Las ventas conjuntas al exterior de aceites vegetales representan este año la segunda participación más alta del siglo: un 10,4% sobre el total exportado, detrás de un 2021 que totalizó 10,7% y muy por encima del 9,5% acumulado en 2022. Desagregando por cultivo, fue el segundo mejor año para la soja (detrás 2021) y también para el girasol (sólo por debajo de 2008). 

Por último, observando la dinámica de embarques de aceites argentinos, el principal socio comercial, India, incrementó sostenidamente sus compras en los últimos años. El gigante asiático se aseguró una participación en el volumen exportado por destino de más del 50% desde 2024, y tocando un máximo de 61,2% en lo que va de 2025. En volúmenes, la cifra es más sorprendente: según la agencia naviera NABSA, las importaciones indias de aceites argentinos alcanzan hasta noviembre inclusive 3,89 Mt, un 50% por encima del promedio de los últimos cinco años y 22% más que el año pasado.


2- Panorama internacional

La extraordinaria dinámica exportadora de aceites vegetales argentina no es casual, sino que es la conjunción entre una excelente performance productiva local, daños en la cosecha del Mar Negro y una demanda externa in crescendo. A esto hay que sumarle un factor estructural que ha venido a cambiar la lógica del comercio internacional: la absorción cada vez mayor de aceites vegetales para la producción de biocombustibles. 

2.1 – Problemas por el lado de la oferta en la región del Mar Negro

Desde la región del Mar Negro se explica el 70% de las exportaciones globales de aceite de girasol, donde por supuesto Ucrania y Rusia son los orígenes principales de la oleaginosa. El año comercial para el girasol en la región va desde septiembre a octubre del año siguiente, por lo que hace tan solo dos meses comenzó la nueva campaña 2025/26. Para los ucranianos la cosecha del año pasado ya había sufrido los vaivenes climáticos y la persistente inclemencia del conflicto bélico con Rusia y este 2025 no habrían corrido mejor suerte, marcando por segundo año consecutivo una caída en la cosecha de girasol. Con 12 Mt estimadas para este nuevo ciclo, el nivel actual de la producción ucraniana está un 23% por debajo de la campaña 2023/24. Además, persistentes caídas productivas frente a una demanda que se mantiene llevan a reducir stocks en el país europeo, limitando aún más la oferta disponible para hacer frente la demanda global de aceite hacia delante.

A contramano, en Rusia, se habría gestado una cosecha histórica según el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA) con 18,5 Mt de girasol, su cénit productivo, compensando parcialmente la falta de granos ucranianos. La salvedad aquí es que los rusos cuentan con una absorción interna mayor a la ucraniana y, por ende, un menor saldo exportable en términos relativos. Como resultado, la dinámica de la producción en la región limita el crecimiento de la capacidad exportadora de aceite de girasol, en un contexto donde la demanda por aceites vegetales se ha venido incrementando.

2.2 – Por el lado de la demanda: entre alimento y energía

En el mundo de aceites vegetales, los más abundantes son el de palma, soja, colza y girasol. Tradicionalmente el uso como producto alimenticio era el principal destino de estos aceites, pero cada vez más, la participación en la producción de biocombustibles ha ganado terreno, compitiendo por el uso de los óleos vegetales. A principios del siglo, el consumo de aceites como alimento explicaba el 90% del consumo total, mientras que el uso industrial era prácticamente insignificante con el 8%. Rápidamente, con el pasar de los años, el aumento como insumo industrial ha llevado a que actualmente casi el 30% de los de aceites vegetales se utilice en estos fines, convirtiéndose en un driver de demanda más que relevante para el mercado internacional.

Buena parte del incremento para uso industrial tiene que ver con los programas nacionales de producción de biocombustibles, que suelen llevarse a cabo justamente en países con producción excedente de aceite vegetal y por ello tradicionales exportadores. 

Caso emblemático es el del aceite de palma, que, considerado generalmente de menor calidad, llegó inclusive a cotizar por encima del aceite de girasol hace no mucho tiempo, debido a la limitada disponibilidad en el mercado internacional. El gran caso de estudio es el país del sudeste asiático: Indonesia -el mayor exportador de aceite de palma- que sigue avanzando en su programa de biodiesel incrementando año a año su tasa de corte. Durante 2025 se ya se hizo efectivo una tasa de corte del 40% para la mezcla con combustible fósil y está muy cerca de subir el ratio hacia el 50% para 2026. En consecuencia, dada la mayor absorción interna, los saldos exportables del país asiático tienden a reducirse, presionando sobre las cotizaciones del commoditie y forzando a la sustitución en el consumo por parte de sus principales demandantes. 

Al mismo tiempo, el consumo de aceites vegetales para uso alimenticio sigue in crescendo con India a la cabeza. Los asiáticos, que son con diferencia el principal importador de aceites vegetales del mundo, han comenzado a incrementar sus compras externas en virtud de una población que no para de crecer. A la hora de desagregar por complejo importado, los aceites más premium (girasol y soja) han visto un crecimiento más acelerado que el de su equivalente de menor calidad (el de palma). La mayor diversificación de la canasta se explica a partir del creciente PIB per cápita del gigante asiático, así como por el anteriormente mencionado estancamiento en los volúmenes ofrecidos del derivado de palma en los mercados internacionales y las consecuentes subas en su cotización.

2.3 – Récord de exportaciones globales de aceite de soja

La cosecha de girasol argentina durante este 2025 está entre las más altas del siglo, mientras que la producción de soja alcanzó prácticamente las 50 Mt, la mejor campaña en seis años. Excelente performance productiva que llegó justo para abastecer al mercado internacional en un contexto de suministros limitados por el resto de los orígenes. Es bajo este escenario en el cual se explica el frenético avance de los embarques de aceites vegetales argentinos.

La dinámica del mercado global de aceites, entre los vaivenes coyunturales y los cambios de fondo, están dejando una campaña 2024/25 protagonista para el aceite de soja. Siguiendo los datos del USDA sería la más alta de la historia para los cinco jugadores principales, totalizando 11,17 Mt, con el aceite argentino a la cabeza marcando un récord histórico de 7,09 Mt. Este crecimiento se da en paralelo con cifras también récord de volumen importado desde la India, explicando el 66% de las importaciones mundiales de aceite de soja a costa de menores compras de aceites de palma y girasol, de los cuales es sustituto cercano.

Mirando hacia delante, tanto Argentina como Rusia vienen ganando participación en las exportaciones mundiales de aceite de girasol. Crecimiento que se da en detrimento de Ucrania, que a través de los años vio su porción del mercado cada vez más reducida, al punto de que este 2025/26 perdería su histórico liderazgo exportador en manos de su vecino. El girasol argentino vendría a llenar en parte este hueco sentando altísimas expectativas para el año entrante, para el cual el USDA proyecta exportaciones de aceite por 1,45 Mt aún más alto que el extraordinario ritmo de este año.