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Fenómeno China: momento de definiciones

ROSGAN
Las exportaciones de carne vacuna continúan marcando nuevos récords. De acuerdo a datos del Ministerio de Agroindustria, los envíos de carne enfriada, congelada y procesada, alcanzaron durante octubre 95.766 toneladas equivalentes de res con hueso.

 

De acuerdo a los datos publicados por el Ministerio de Agroindustria, los envíos de carne enfriada, congelada y procesada, alcanzaron durante octubre un total de 95.766 toneladas equivalentes de res con hueso, que se traduce en un incremento del 19% respecto de lo exportado en el mes de septiembre y del 63%, si se lo compara con octubre del 2018. En lo que va del año, las ventas totales ascienden a 667.881 toneladas equivalentes, superando en un 50% el volumen exportado en igual período del año pasado y generando un nivel de facturación cercano a los USD 2.400 millones, USD 822 millones más que en 2018. Sin dudas, detrás de este fenomenal crecimiento tanto en volumen como en ingreso de divisas se encuentra China. Su demanda representa actualmente el principal dinamizador del comercio mundial de carnes, producto del impacto generado por la peste porcina africana.

Desde enero a octubre, el gigante asiático aportó a nuestro país USD 1.530 millones a través de sus compras, representando el 64% de la facturación total, tras alcanzar una participación récord en octubre del 71% con casi 258 millones de dólares en facturación.

Ahora bien, ¿qué está llevando China para lograr sostener este creciente nivel de compras? Hasta el primer semestre de este año, Argentina solo vendía a este mercado carne congelada sin hueso y, en menor proporción, despojos de carne congelados (trimmings). Dentro de lo que es carne deshuesada, China compra importantes volúmenes de shink-shank (garrón y brazuelo), cuartos delanteros y carne en manta, mayormente de vacas y toros.

En enero de este año, tras casi 15 años de negociaciones, Argentina logró sellar un histórico acuerdo con el gobierno chino a partir del cual se pudo finamente comenzar a ingresar a este mercado con carne vacuna –y ovina- con hueso, tanto congelada como enfriada. Es así que, a partir de julio de este año se registran los primeros embarques de cortes congelados con hueso que, a la fecha, acumulan un total de 7.138 toneladas peso producto equivalentes al 4,4% del total embarcado en los últimos cuatro meses. En lo que respecta a cuartos traseros y cuartos delanteros congelados, sin deshuesar, las primeras exportaciones se observan recién con los datos de octubre, aunque con por un volumen aún insipiente de 124 toneladas peso producto.

Más allá de los volúmenes exportados, lo que no deja de sorprender es el valor que China está pagando por estos productos. Durante octubre, el precio FOB promedio por tonelada exportada alcanzó los USD 5.189, USD 284 más de lo registrado en septiembre y USD 1.162 por sobre el valor promedio que pagaba un año atrás.

Sin dudas, los mayores precios que está debiendo pagar China para intentar calmar su demanda interna, es un fenómeno que no resulta ajeno al resto de los países proveedores, como tampoco así a los otros tipos de carne, en especial la porcina. Esto está generando internamente una fenomenal escalada de precios que el gobierno chino intenta morigerar con diferentes medidas que van desde ayudas a productores para recuperar rápidamente la producción local como también la liberación al mercado de importantes volúmenes de mercadería que por seguridad alimentaria mantenía en stock. Sin embargo, en el mediano plazo, China no podrá prescindir del abastecimiento externo y esto indefectiblemente seguirá presionando sobre los precios.

Mientras tanto, a nivel local, este crecimiento sostenido de las exportaciones llevaría a suponer que, de no mediar un incremento equilibrado en los niveles de producción, la oferta interna podría seguir contrayéndose. Sin embargo, como hemos señalado ya en informes anteriores, existe una complementariedad entre los cortes preferidos por el consumo interno y aquellos mayormente volcados a exportación que permitirían trabajar sobre un nuevo balance comercial que asegure la sostenibilidad de ambos mercados.