Economía

El mercado de soja continúa invertido en pesos

Emilce Terré

Frente a un mercado externo relativamente estable, las condiciones de la plaza local se mueven en un débil equilibrio entre la disposición a vender de la oferta y la capacidad de pago de la compra, en un mercado que continúa invertido cuando se lo mide en moneda local.

En este sentido, el precio Pizarra difundido por la Cámara Arbitral de Cereales para las operaciones del día jueves fue de $ 2.118/ton, mientras que los futuros para entrega en mayo 2014, convertidos al tipo de cambio que surge de los contratos sobre dólar negociados en el mismo mercado con igual vencimiento, se ubican alrededor de $ 100/ton por encima de ese valor.

Ello explica en gran medida los retrasos observados en la negociación de mercadería, que se explicitan en las compras informadas por el Ministerio de Agricultura, fundamentalmente para la nueva campaña. Al 11 de diciembre, se llevan comercializadas casi 40 millones de toneladas de la soja 2012/13, equivalente al 82% de la producción estimada, cuando a la misma altura del año anterior las 38 millones de toneladas negociadas equivalían al 94% de la cosecha estimada. Para la soja 2013/14, apenas se han vendido 2,7 millones de toneladas, por debajo tanto de las 4,2 millones del año anterior como de los 7,2 millones promedio de las últimas cinco campañas, resaltando especialmente el escaso porcentaje de ventas con precio en firme que apenas supera el millón de toneladas.

Por el lado de la compra, para la mercadería disponible el FAS teórico de la industria al mismo día jueves se ubicaba en $ 2.117/ton, evidenciando la escasa factibilidad de las fábricas de mejorar sus ofrecimientos. Para la cosecha nueva, el FAS teórico de la exportación se ubicaba en u$s 294,90/ton y en u$s 300,90 el de la industria, cuando el futuro con entrega en mayo ajustó en ROFEX a u$s 297/ton. En este escenario, si bien la construcción del FAS teórico es un promedio para ambos sectores y la realidad individual de cada empresa difiere en la práctica, la exportación estaría trabajando a contra-margen mientras que la reciente suba de la harina ha dado cierto alivio a las cuentas de las fábricas.

En lo que hace a los precios internacionales de referencia, hace prácticamente un mes que la soja en el mercado de Chicago muestra un movimiento más lateralizado, fluctuando entre los u$s 485 y 495/tonelada. Por un lado, las perspectivas de una amplia oferta global limitan el potencial alcista de los precios, mientras que la fortaleza de la demanda y la firmeza de la harina de soja continúan brindando sostén.

De este modo, la harina de soja entre principios de noviembre hasta la fecha ha subido casi 100 dólares por tonelada en el mercado de Chicago, acercándose por momentos a los u$s 500 luego que Estados Unidos supliese gran parte del mercado que Argentina, principal exportador mundial del subproducto, no lograse satisfacer.

Este impulso en las ventas externas de harina de soja por parte de EE.UU. se evidencia en el reporte de la Asociación Nacional de Procesadores de Oleaginosas (NOPA, por sus siglas en inglés) donde informó que en noviembre se procesaron 160.145 millones de bushels de soja, superando los 157.063 millones de octubre, y resultando la mayor cifra desde enero de 2010. Estos indicadores corroboran la fortaleza de la demanda de soja, luego que el USDA ya hubiese ajustado a la baja la previsión de stocks al final de la campaña en su informe mensual de estimaciones de diciembre.

Mientras tanto, la campaña nueva en Argentina se va definiendo en los campos. De acuerdo al Informe mensual de estimaciones del Ministerio de Agricultura difundido esta semana, al 12 de diciembre se ha completado el 68% del área de intención de siembra a nivel país. De la soja ya implantada, el 13% del cultivo de primera se encontraba en emergencia y el 87% en crecimiento, mientras que para la soja de segunda el 55% estaba emergiendo y el 45% en crecimiento. Además, mientras toman fuerza las labores, el área a sembrar estimada por el organismo oficial pasó de 20,7 a 20,8 millones de hectáreas.

En la zona núcleo, según estimaciones de GEA, la siembra de primera ya se dio por terminada mientras que para la de segunda resta un 20%, fundamentalmente en el norte bonaerense. Si bien las expectativas iniciales de la campaña eran muy optimistas, comienza a preocupar, por un lado, el factor climático y, por el otro, la mayor incidencia de plagas y malezas (especialmente las más resistentes al glifosato).

Respecto al factor climático, éste ha empezado a dar dolores de cabeza ante la combinación de elevadas marcas térmicas y lluvias por debajo de lo normal, con lo que las reservas de humedad en los suelos se hacen cada vez más escasas. A ello se le suma que los pronósticos hasta el 25 de diciembre apuntan a temperaturas máximas muy altas, que oscilarían entre los 38° y 40°, con mínimas también por encima de lo normal, mientras que de registrarse precipitaciones serían muy puntuales y de corta duración. Hete aquí el principal riesgo alcista para los precios: el mercado ha descontado una superproducción sudamericana de soja para la campaña 2013/14, y cualquier elemento que sorprenda en este sentido tiene el potencial de impulsar un rally a la suba del precio del poroto, a medida que trascurre la etapa crítica para el desarrollo de los cultivos en nuestra región. Si en ese lapso las condiciones de humedad no resultan satisfactorias para los cultivos, la merma de rindes se hará sentir con fuerza sobre las cotizaciones.