Editorial

Dr. Antonio I. Margariti

Mario A. Acoroni
La Bolsa de Comercio de Rosario lamenta profundamente la desaparición física del Dr. Antonio I. Margariti, quien se desempeñara durante más de 19 años como Asesor Económico de la Institución.

 

La Bolsa de Comercio de Rosario lamenta profundamente la desaparición física del Dr. Antonio I. Margariti, quien se desempeñara durante más de 19 años como Asesor Económico de la Institución, además de cumplir funciones de auditoría, a través del Estudio Riol Margariti y Asociados, a lo largo de varias décadas.

Era Contador Público, Doctor en Ciencias Económicas y Estadístico Matemático (admirador de Carlos E. Dieulefait, uno de los referentes estadísticos de nuestro país); profesor universitario y, sobre todo, un lector y estudioso inclaudicable de temas de economía y políticas públicas sobre educación, seguridad social y tributación. Sus comentarios y reflexiones siempre estuvieron absolutamente documentados y rigurosamente fundamentados.

El Dr. Margariti mereció, desde joven, un enorme respeto y admiración por su profesionalismo, conocimientos, integridad y honestidad.

A través de sus libros, varios de los cuales fueron publicados y auspiciados por esta Bolsa, se evidenció su incansable espíritu investigador y firmes convicciones en favor de la libertad como condición esencial para el desarrollo de los pueblos. Nunca fue ambiguo o retraído al presentar sus ideas; por el contrario, expresaba con vigor y contundencia cada una de sus verdades. No le tembló nunca la voz cuando tuvo que expresar las razones de la decadencia de la Argentina en las últimas ocho décadas.

Sus conferencias, artículos y opiniones quedarán grabadas a fuego en la historia de la Bolsa de Comercio de Rosario.

Unas breves palabras del propio Antonio Margariti, escritas en sus últimos meses, nos ayudarán a recordarlo siempre:

“La soledad es el ámbito donde nuestra conciencia nos habla. Nos da la posibilidad de recordar a aquellos a quienes más hemos admirado en la vida. La soledad no es el desconsuelo por la pérdida, sino el deseo y la esperanza de reencontrarnos con ellos”.