Transporte

Participación de los países que comparten la Hidrovía Paraguay-Paraná en el mercado mundial de alimentos

Dr. Raúl Hermida
Tenemos el honor en esta nota de contar con la colaboración del Dr. Raúl Hermida (hijo), uno de los economistas más prestigiosos de la República Argentina.

 

Introducción a cargo de Julio Calzada y Emilce Terré: 

Tenemos el honor en esta nota de contar con la colaboración del Dr. Raúl Hermida (hijo), uno de los economistas más prestigiosos de la República Argentina e hijo de uno de los socios de la Bolsa de Comercio de Rosario, Don Raúl Oscar Graciano Hermida (padre). El Dr. Hermida (hijo) ha sido tutor de trabajos de investigación en el Programa de Formación de la Bolsa de Comercio de Rosario, Licenciado en Economía (U.N.C.). MBA Duke University y PDG en IAE. Se desempeñó como Director del Instituto de Investigaciones Económicas de la Bolsa de Comercio de Córdoba y como Director de la Maestría “Gestión para la integración Regional” (U.N.C.), siendo además investigador en CFI y SECYT y Profesor en la Universidad Católica de Córdoba. Actualmente es desarrolla actividades de consultoría y se encuentra ligado a la Bolsa de Comercio de Córdoba donde integró el Consejo Directivo de la entidad. Su papá, Don Raul Oscar Graciano Hermida  fue socio de la Bolsa de Comercio de Rosario desde 1954. De profesión Contador Público Nacional, trabajó desde el año 1948 en Minetti y Cía donde se desempeñó en el área comercial y especialmente en la compra de cereales para las plantas. Fue gerente del Molino Letizia en Córdoba y posteriormente Director. Se retiró de la empresa, luego de más de 40 años de trabajo, manteniéndose como socio de la Bolsa de Comercio de Rosario hasta su deceso.

La nota es un resumen de la presentación que realizó el Dr. Raúl Hermida en el Panel “Producción y Transporte de la Región Centro” en el Encuentro Argentino de Transporte Fluvial que se desarrolló en nuestra institución el día 3 de mayo de 2022

Nota completa

Según proyecciones del Departamento de Agricultura de EEUU, que no difieren demasiado con las estimaciones de FAO, OCDE y de otras prestigiosas instituciones, los cinco países sudamericanos que comparten la Hidrovía Paraguay-Paraná participarían en la campaña 2030/31 con el 40% del mercado internacional de granos.

Gráfico 1. Participación en la oferta del mercado mundial de granos. Período 1960-2031(e)

Si a la exportación de Argentina, Bolivia, Brasil, Paraguay y Uruguay se le agrega la misma proyección de USDA para América del Norte se alcanzarían los dos tercios del total. Hace poco se cumplieron los 100 años del descubrimiento del proceso Haber-Bosch que permitió aumentar la oferta de granos y el crecimiento de la población que de otra manera no hubiera sido posible. 

Hace 100 años dos químicos alemanes, Fritz Haber y Carl Bosch, encontraron una manera de utilizar el nitrógeno del aire para hacer amoníaco, con lo que se hacen los fertilizantes indispensables para la alta producción de cultivos.

Hoy tenemos otro desafío que es proteger el medio ambiente. Nuestra región tiene los recursos naturales y la capacidad necesaria para continuar produciendo alimentos con un menor daño ambiental que nuestros competidores, a fin de satisfacer una demanda de alimentos que hacia el año 2050 crecería por lo menos un 60%. Esta concentración geográfica de la oferta en Sudamérica requiere un imprescindible desarrollo de la infraestructura logística.

Continuando con las mismas proyecciones anteriores para el caso del mercado de carnes, Sudamérica participaría con un tercio de ese mercado mundial hacia el bienio 2030/31. En esa estimación, que se reproduce en el gráfico 2, se agregan las exportaciones de Chile a los países mencionados anteriormente.

Entre todos ellos, Argentina es el único que tiene elevados derechos de exportación que se combinan con los efectos de las significativas distorsiones de precios derivadas de tipos de cambio múltiples e impuestos distorsivos en los tres niveles de gobierno. 

Gráfico 2. Participación en la oferta mundial de carnes. Período 1960-2031 (e)    

 En ese contexto impositivo y cambiario, Argentina pierde participación en la mayoría de los mercados de alimentos. Un ejemplo es el complejo sojero, tan importante para la balanza comercial del país. Habiendo alcanzado hace poco menos que una década atrás el 30% del mercado hoy nos acercamos a la mitad.  Brasil en cambio superó la barrera del 40% y se acerca a proveer casi la mitad de la demanda mundial. Deberíamos reflexionar sobre esa trayectoria, aún cuando sabemos que Brasil tiene disponible más tierra arable que nosotros. No podemos seguir resignando participación. 

Gráfico 3. Participación en el mercado mundial del complejo sojero. Período 1977-2020

Como consecuencia de una casi continua política impositiva que incluye derechos de exportación, Argentina es el único país en el mundo que transfiere recursos desde sector agropecuario al resto de su economía por cantidades muy importantes que ascienden a un poco más de 200 dólares constantes del año 2019 por habitante para el promedio del período 1997-2019. Una idea de la magnitud de esa cifra es que equivale a unos 17 dólares mensuales, que representaban el 11% de la jubilación mínima de Argentina al mes de  junio del año 2021.

Otra comparación a nivel internacional, es con el promedio de la Unión Europea que transfiere en sentido contrario una cifra per cápita casi 50% superior a la de Argentina. 

Gráfico 4. Transferencias per cápita desde y hacia el sector agropecuario. Promedio 1997-2019 

El esfuerzo que realiza nuestro sector agropecuario, colaborando para atenuar los efectos de la difícil situación social actual, es un mérito no suficientemente reconocido pero que tiene un costo de oportunidad que resulta inevitable. 

Superadas las principales dificultades que Argentina arrastra desde hace décadas, se puede crecer fuertemente en la producción y exportación de granos y carnes. El Consejo Agroindustrial Argentino proyecta, sujeto a los cambios recomendados, un aumento de la producción de 31 millones de toneladas hacia el año 2026.

Otro ejemplo del potencial es el estudio impulsado por la FAO sobre el efecto del riego complementario en la zona semi-árida Centro Norte del país. Con un costo que se estima en USD 16.500 millones se podría sumar una superficie cultivada en 4,7 millones de hectáreas, con la ventaja del gran impacto económico y social que significaría sobre las regiones que hoy se encuentran rezagadas. 

Un simple cálculo que refleja la magnitud del total de las transferencias que realiza el campo argentino en beneficio del resto de las actividades económicas, es que con el mismo en menos de dos años se podría financiar toda la inversión prevista en riego. 

Por cierto, no es el momento de hacerlo, pero en la medida que pueda comenzar a superarse definitivamente la larga decadencia económica y social del país las transferencias comenzarán a redireccionarse hacia el propio sector creando al mismo tiempo un efecto multiplicador del crecimiento y disminuyendo las desigualdades regionales. En ese momento el desarrollo de la infraestructura tendrá que acelerarse para que no se transforme en un nuevo cuello de botella.

Es un desafío de toda la Región Centro y del país donde no deben prevalecer actitudes de enfrentamiento, por el contrario tenemos que trabajar todos en forma conjunta.