Con la biotecnología aplicada al área productiva Argentina alcanzó una tasa de incorporación de productos transgénicos inédita en el mundo.(Un organismo genéticamente modificado es aquel que ha recibido natural o artificialmente uno o más genes de otra especie).
Pero con la llegada de esta también surgieron los problemas:
En los países con consumidores con elevado poder adquisitivo (que generalmente pertenecen a la UEE), existe una percepción negativa sobre los alimentos transgénicos. Ellos están en condiciones de elegir y orientar sus compras hacia productos que no despierten ninguna sospecha respecto de su salubridad. Por lo general los productos elegidos por estos son no OGM.
Actualmente se esta consolidando una tendencia hacia la producción de alimentos con características diferenciadas y libres de OGM.
La identidad preservada no es una consecuencia de los OGM sino que se originó en un natural proceso de diferenciación de calidades de las materias primas agropecuarias.
Un grano con identidad preservada ‘es aquel cuyas características intrínsecas son idénticas al producto original’.
Vale la aclaración de que todo producto que cumpla con las características establecidas por el comprador del mismo y por los cuales se abone un precio superior al de mercado es considerado un speciality.
Argentina está dotada de las condiciones naturales, económicas y tecnológicas para hacer frente a estos nuevos sistemas de producción.

Debemos ingresar a estos mercados con políticas de calidad y seguridad optimas a la vista de nuestros consumidores, de lo contrario quedaremos fuera de una fiesta en la que seremos protagonistas si logramos la mejor combinación productiva, o sea, “utilizando todos los sistemas de producción existentes”.