Durante 2023 y parte de 2024, el sector lácteo en Argentina atravesó diversos problemas debido a una combinación de factores adversos que impactaron en su desempeño. Entre ellos, se destaca una de las sequías más severas del último siglo y un contexto macroeconómico complejo.
Desde mediados de 2024, sin embargo, el sector lácteo comenzó a recomponerse, de la mano de un reordenamiento de la macroeconomía, una mejora en los precios internacionales y una relación de precios más favorable entre la leche y sus principales insumos. Sumado a ello, la suspensión de las retenciones a los productos lácteos en octubre de 2023 y su posterior eliminación en agosto de 2024 contribuyó a mejorar las condiciones de competitividad en el sector externo, impulsando la demanda de leche de Argentina y ayudando a recomponer el precio percibido por los productores.
Como consecuencia, los datos de la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca (SAGyP) muestran que la producción nacional de leche en los primeros cuatro meses del año totalizó casi 3.300 millones de litros, registrando un incremento del 11% respecto de igual período de 2024 y ubicándose en línea con el promedio de los últimos cinco años. Adicionalmente, el Observatorio de la Cadena Láctea Argentina (OCLA) estima que para 2025 la producción nacional de leche ascendería a casi 11.200 millones de litros, mostrando una recuperación interanual del 6%. Entre los factores que explicarían esta mejora, la entidad destaca relaciones insumo-producto más favorables, mayor disponibilidad en cantidad y calidad de reservas forrajeras, y mejores condiciones meteorológicas.
La recuperación de la producción primaria de leche impulsa una mayor elaboración de productos lácteos. De acuerdo con datos de SAGyP, la producción conjunta de queso, yogures y leches fermentadas, leche en polvo, dulce de leche, crema y manteca totalizó 389.700 toneladas en el primer cuatrimestre del año, lo que implica un crecimiento del 13% respecto al mismo período de 2024.
Entre estos productos, se destaca un importante aumento en la producción de yogures y leches fermentadas, que pasó de 101.100 toneladas en los primeros cuatro meses del año pasado a 124.600 toneladas este año, un incremento interanual del 23%. La elaboración de crema también registró un fuerte impulso, pasando de 17.700 a 20.900 toneladas en el período de enero a abril de 2025, lo que implica un crecimiento del 18% respecto a igual período del año anterior. La manteca, por su parte, registró un aumento en su producción del 14% respecto al año previo, pasando de 8.400 a 9.500 toneladas. Finalmente, el dulce de leche, el queso y la leche en polvo repuntaron un 11%, 7% y 4% interanual, respectivamente, alcanzando una producción de 33.500, 149.200 y 51.900 toneladas en los primeros cuatro meses de 2025.
Tal como se mencionó anteriormente, entre los factores que explican el impulso en la producción se destaca una relación insumo-producto más favorable que la observada en años previos. En este sentido, dada la reciente evolución de los precios pagados al productor por litro de leche y las cotizaciones locales por soja y maíz, la relación entre litro de leche y kilo de grano ha mejorado considerablemente.
Según el relevamiento de precios en el mercado interno de la Dirección Nacional de Lechería y los precios pizarra publicados diariamente por la Cámara Arbitral de Cereales (CAC) de Rosario, se estima que un litro de leche, en promedio, podría comprar 2,2 kg de maíz y 1,5 kg de soja. En el caso del cereal, la relación de referencia suele ser de 2, es decir, un litro de leche debería poder comprar 2 kg de maíz, por lo que se advierte que el valor actual se ubica por encima de dicho umbral, lo que resulta un dato positivo considerando que esta relación se mantuvo por debajo de ese nivel durante la mayor parte de los últimos ocho años. En lo que respecta a la soja, la relación de referencia suele ser de 1, y actualmente se encuentra por encima de ese parámetro. De hecho, a precios actuales, el poder de compra de soja de un litro de leche es el más elevado desde julio de 2019, y dentro de los últimos ocho años, solo en tres ocasiones el precio promedio mensual recibido por el productor por litro de leche tuvo un poder de compra de soja mayor al de mayo del 2025.
Otro indicador clave que impacta en la rentabilidad del sector es el precio de la leche expresado en dólares. En este sentido, la estabilidad cambiaria del último año y medio, junto con la mejora de los precios en el mercado interno, derivó en un aumento del precio en dólares por litro de leche en Argentina desde fines de 2023. Tomando los datos más recientes de precios para el mes de mayo y la cotización promedio del tipo de cambio financiero, se estima que el precio en dólares por litro de leche es actualmente de U$S 0,40. Este valor supera lo que ha sido el promedio histórico durante muchos años en Argentina, considerando que el precio promedio entre 2017 y 2024 fue de U$S 0,24 / litro.
Respecto al consumo de leche, se advierte una progresiva recuperación en el último año. De acuerdo con datos provistos por OCLA, el consumo per cápita anualizado de leche en Argentina alcanzó un mínimo de 155,8 litros en mayo de 2024, y desde entonces comenzó a recuperarse progresivamente, con la única excepción de una leve caída mensual en enero, siendo este un mes estacionalmente bajo de consumo. El dato más reciente es de abril de 2025 y muestra que el consumo per cápita de leche anualizado alcanzó 194,1 litros, marcando una recuperación interanual del 20%. El consumo de este alimento aún podría seguir creciendo, considerando que el máximo histórico fue de 232 litros por habitante por año en 1999.
Finalmente, otro punto interesante para destacar desde el lado productivo tiene que ver con la reciente disponibilidad de créditos al sector lechero, siendo este un sector que históricamente ha tenido dificultados en el acceso al financiamiento. En este sentido, en julio del año pasado, el Banco de Inversión y Comercio Exterior (BICE) lanzó una línea de créditos especial a valor producto permitiendo que las cuotas de devolución se fijen en litros de leche. En otras palabras, al solicitar un crédito, se fija el monto total en cantidad de litros de leche y al momento del pago de cada cuota se transforma en el equivalente en pesos, según el precio promedio nacional determinado por el Sistema Integrado de Gestión de la Lechería Argentina (SIGLeA), con una tasa fija anual del 5%. La Bolsa de Comercio de Rosario cuenta con un sistema de registración digital de contratos de compraventa de leche entre tamberos y fábricas, que permite viabilizar estas operatorias de financiamiento y está a disposición de todo el sector.
La modalidad de crédito a valor producto que podría instrumentarse con estos contratos que ofrece la Bolsa de Comercio de Rosario brinda previsibilidad a los productores, dado que les permite saber cuánto deben producir para devolver el financiamiento. Estos créditos pueden estar destinados a inversión en tecnología y a la compra de equipamiento tecnológico, como sistemas de ordeño robóticos, automatización, tanques de refrigeración, pasteurizadores y mejoras de instalaciones. Según informó recientemente SAGyP, desde su lanzamiento se asignaron casi $20.000 millones en créditos en valor producto, lo que posibilitó un aumento del 20% en sistemas rotativos y más del 30 % en robots de ordeñe, constituyendo un paso significativo en la incorporación de nuevas tecnologías en la lechería. De esta manera, se impulsan mejoras en la capacidad productiva de los tambos, generando grandes perspectivas hacia futuro.