Finanzas

Banca Ética: "Los empresarios pueden cambiar el mundo"

Joan Melé
El presidente de la Fundación Dinero y Conciencia y precursor de la banca ética invitó a los ejecutivos y empresarios a humanizar sus organizaciones y a preguntarse a quién sirve su dinero.

 

“Yo quiero animarlos a que pierdan el miedo y a que repensemos al ser humano y su relación con el planeta”. Este llamado a la acción no es de un filósofo, maestro inspirador, es la invitación de un hombre de finanzas.

 

Se trata de Joan Melé, banquero catalán, presidente de la Fundación Dinero y Conciencia y precursor de la banca ética quien nos alerta sobre la necesidad de detener esa tendencia destructiva en la que está sumida el ser humano y la sociedad.

 

Melé, quien en el último trimestre ha visitado la bella ciudad argentina de Rosario, llenó la sede de la Bolsa de Comercio el 4 de junio, hizo un alto para conversar al detalle hacia dónde apunta este “Tsunami de Conciencia” que es hoy la banca ética.

 

“Nos hemos ido creyendo ese miedo de que tienes que estudiar y prepararte para adaptarte a la sociedad. Yo les digo a los jóvenes que no se adapten porque esa misma sociedad es la que está dañando a las personas y al planeta, lo que deben hacer es intentar aportar cambios positivos”.

 

A su juicio, la evidencia de ello es el informe de Davos, que refleja que el 1% de la población mundial acumula más riqueza que el 99% restante. Y que su vez, se ve en el resultado que tiene el crecimiento desmesurado de una economía que está destruyendo el planeta. Alerta que no es solo un cambio climático, sino que las emisiones de carbono, el consumo de combustibles fósiles, la deforestación de los bosques, el desarrollo de los transgénicos, están destruyendo el planeta.

 

Advierte que hemos enfocado todo en el dinero, en el crecimiento, en los negocios y nos hemos olvidado del sentido de la vida.

 

Frente a ello propone a los empresarios, emprendedores y a todas aquellas personas a las que les haga sentido parar esta destrucción, preguntarse a quién sirve su dinero y si sus valores no están de acuerdo con las áreas de la economía a las que financian esas instituciones pues que lo reclamen.

 

Desde su experiencia de 30 años en la banca convencional y 10 años como cofundador del europeo Triodos Bank en España, sabe que un cambio es posible desde el sistema financiero. Y por ello recorre espacios académicos, empresariales y comerciales del continente con el fin de construir un banco ético en Latinoamérica, que pueda abordar los desafíos de la región en el área de la Educación y Cultura, el Desarrollo Social y el Medio Ambiente.

 

 

¿Quién mejor que los empresarios para cambiar el mundo? enfatiza.

Considera que son los dueños del capital y las empresas quienes pueden humanizar sus organizaciones con relaciones laborales y remuneraciones menos asimétricas, que permitan que sus trabajadores puedan vivir dignamente con lo que ganan y con prácticas más respetuosas con el medio ambiente. A este mundo es al que hay que financiar. “Miles de proyectos y personas trabajan para mejorar al mundo pero no siempre encuentran una financiación adecuada en la banca tradicional” refirió.

 

A los empresarios les anima ser sustentables y sostenibles por una razón moral, para darle sentido a su obra más allá de la acumulación y la rentabilidad financiera.

 

Recuerda que la banca ética no es un concepto nuevo pero sí muy en auge en la última década.

 

Un banco es un intermediario que recibe los ahorros de sus clientes (personas o empresas) y lo invierte en proyectos. Una banca ética es aquella cuyos criterios para invertir ya están predefinidos: solo invierte en organizaciones de impacto positivo, no especula, invierte en economía real, es transparente sobre en qué ocupa el dinero de sus clientes, y no tiene política de bonificar a sus agentes por otorgamiento de créditos.

 

Aclara que entre los objetivos del banco ético, por supuesto también está el de ganar dinero, pero este no es el propósito principal. el verdadero objetivo es ayudar a una transformación positiva de la sociedad desde el sistema financiero. Es necesario ganar dinero, pero hay que hacerlo respetando a todas las personas y al planeta.

 

La banca ética invierte en organizaciones que aportan valor a la educación y la cultura, al sector social o al medio ambiente, entre otros. “Puede parecer poco, pero de estos tres grandes sectores surgen más de 120 subsectores que ya se han identificado en Chile y en el resto de la región. Tales como: la agricultura orgánica, la industria de paneles solares, el comercio justo, viviendas de inclusión social, proyectos de educación, las industrias creativas, turismo sustentable”.

 

Fue un éxito en Europa y es factible en Latinoamérica

 

 

Recordó que cuando dejó su rol de banquero en Europa para venir a la región a hablar de banca ética, dijo “si nos comprometemos, no hay vuelta atrás. Nos comprometimos y lo estamos haciendo. Hemos empezado en Chile, donde ya va muy avanzado el proyecto, y esta experiencia ha facilitado seguir en Argentina, Colombia, Uruguay, Brasil”.

 

Añade que esta experiencia de la banca ética ya ha sido un éxito en Holanda y en España, hasta tal punto que ha sido objeto de estudio y análisis en prestigiosas escuelas de negocios como Harvard en Estados Unidos e Ipade en México.

 

“Ya sabemos que es viable. Y un banco así es una revolución de la conciencia” afirmó.

“Queremos tener tanto éxito que sirva de inspiración a otros bancos que quieran cambiar en este sentido”, concluyó Melé.

 

En la actualidad, el equipo de la banca ética se está formando en Argentina, Brasil, Colombia y Uruguay, y se está llevando a cabo un estudio de prefactibilidad bancaria que identifique las áreas claves de inversión del futuro banco. En cada territorio se están mostrando las necesidades peculiares.

 

Pero en Chile, donde estamos más adelantados con Doble Impacto, la plataforma de inversiones transitoria hasta que se obtenga la licencia bancaria,  ha facilitado que se financien más de un centenar de proyectos y más de 10 millones de dólares. Lo que puede duplicarse y hasta triplicarse en el corto plazo, después del lanzamiento del primer fondo de inversiones de impacto en Chile.

 

Ya en  DobleImpacto.cl se están estudiando los proyectos con el máximo rigor, para no poner en riesgo el dinero de los clientes, con lo cual la rentabilidad y la seguridad de las inversiones está protegida.

Cuatro etapas

Joan Melé añade que el plan de negocios del proyecto tiene 4 etapas que definen la evolución del mismo en cada región en la que está presente. Se ha estado trabajando en este plan desde el año 2014, con diferentes grados de avance en cada territorio de la región, en el que se distinguen las etapas de Identidad, Prospección, Operación prebancaria, Operación bancaria.

 

El exhaustivo y riguroso estudio de viabilidad llevado a cabo por un grupo de profesionales bancarios, ha generado alto grado de satisfacción y confianza en numerosos inversores que quieren apoyar el desarrollo de este banco en la Región. Se ha conseguido un “despertar de la conciencia para pasar de la idea a la acción” y responder a las nuevas generaciones, que están demandando hacer inversiones con un impacto positivo, y a esas organizaciones que requieren de financiación para construir una sociedad distinta.