Los malos datos macros no dan tregua a la economía de Estados Unidos. Las expectativas de crecimiento económico a nivel mundial no terminan de consolidarse y, por lo tanto, fomentan la volatilidad de los índices bursátiles como fiel reflejo del exceso de incertidumbre que continúa menoscabando a las plazas bursátiles.

Si bien el mercado se mostraba esperanzado la semana pasada en relación a los resultados trimestrales de las empresas estadounidenses, las publicaciones mostraron datos dispares. La semana comenzó exultante con la sorpresa que dio Alcoa pero, datos menos optimistas de algunas compañías como resultados del Bank of América, Citi y GE apagaron el entusiasmo.

Además de los balances de las empresas que no terminaron de convencer al mercado, los indicadores económicos de la principal economía del mundo continúan en la cuerda floja.

Mientras que las solicitudes iniciales de seguro de desempleo bajaron en 29.000, su registro más bajo desde agosto de 2008, la producción industrial creció un 0,1 por ciento, muy por debajo de la expansión del 1,3 por ciento de mayo. Además, también se conocieron las cifras del índice Empire State -encuesta manufacturera-, que se desplomó a 5,08 en julio desde 19,57 en junio.

La semanal finalizó con un panorama pesimista luego de que se conociera el índice de confianza de la Universidad de Michigan, el cual confirmó que dicho indicador bajó a 66,5 en julio desde 76,0 en junio, ubicándose por debajo de la lectura de 74,5 que esperaban los expertos consultados.

Coherente a estos datos fue la Minuta de la Reserva Federal de los Estados Unidos en la cual revisó a la baja su proyección sobre el crecimiento de la economía del país mientras que los funcionarios de la autoridad monetaria manifestaron que se debería considerar la necesidad de un mayor alivio monetario si el panorama se deteriora considerablemente, aunque el debilitamiento de ese panorama no justificaría una política expansiva más allá de la que está en vigencia.

Así, los mercados quedaron con poco margen de maniobra y poco espacio para el optimismo. Los principales índices bursátiles no pudieron extender las ganancias de la semana pasada sino que registraron pérdidas, aunque moderadas. En Wall Street, el Dow Jones y el Nasdaq retrocedieron un 1% y 0,6% respectivamente; mientras que en Europa se destacaron las caídas del CAC40 y el Ibex de un 1,5 y 1,3% respectivamente.

En nuestra región el Ibovespa cayó durante la semana un 1,8% mientras que el índice Merval cerró con sólo un 0,2% en baja, limitada gracias, en parte, a la noticia de que la agencia Flitch elevará la deuda local a 'B' desde 'RD' impulsando principalmente a los papeles del sector bancario. Además, la noticia tuvo su principal impacto sobre los títulos de renta fija que continúan siendo los de mejor performance.

Para la semana que viene, además de continuar las publicaciones de los resultados trimestrales de las empresas en Estados Unidos, se conocerá el esperado Test Strees de los bancos de la Zona Euro. Cada uno de los 91 bancos sometidos a los test publicarían su resultado durante la tarde del 23 de julio, sobre el cual, tanto el FMI como las autoridades de la zona euro coincidieron en que las pruebas de resistencia a los bancos del Viejo Continente no deberían hallar ningún problema relevante entre las instituciones financieras.