INFORME CLIMATICO MENSUAL


El paso pluvial deficitario de febrero, quedó disimulado en la última semana.


OPORTUNO CAMBIO DE AMBIENTE

El último tramo del mes de febrero, presentó una oportuna mejora en la oferta de agua, la cual comenzó a manifestarse en áreas muy necesitadas del sur de BA y luego se proyectó hacia la zona central del país, con mejor volumen sobre el este. Aun teniendo en cuenta esta cambio, el tránsito del mes de febrero no fue el mejor y las reservas acumuladas en febrero fueron vitales para sobrellevar una campaña que parece encaminada a obtener buenos resultados.
 

FIGURA 1

El comportamiento más homogéneo de las precipitaciones se observó en el extremo norte de Corrientes y Misiones, con una oferta que sigue siendo pareja pero va en disminución al desplazarnos hacia las áreas productivas principales del NOA. Como se observa en el mapa, las lluvias han sido muy pobres en Santiago del Estero, norte de SF, gran parte de CB, LP y sudoeste de BA, donde en el mejor de los casos se han acumulado sesenta milímetros. 

El evento pluvial más importante del mes, se observó entre el 23 y el 25, con sistemas precipitantes muy destacados sobre el centro este de la región pampeana y un fuerte cambio ambiental posterior a las precipitaciones. 

En el centro este de SF y las vecindades del centro oeste y sudoeste entrerriano, las lluvias en apenas 24 horas, normalizaron el déficit que se venía acumulando. Este patrón fue más irregular al desplazarnos hacia el norte de BA y el este de CB, donde igualmente la oferta de agua fue satisfactoria a la hora de hacer la lectura sobre el beneficio que las mismas produjeron sobre los cultivos.

Se han vuelto a observar sistemas precipitantes con fuerte variabilidad en la mesoescala (escala reducida). Un ejemplo muy significativo se observa en el noroeste de BA, con la destacada diferencia que se impuso entre Trenque Lauquen y Pehuajó. Como queda claro, el evento que tuvo epicentro en la localidad de Trenque Lauquen es la excepción al contexto pluvial que predomina en la provincia de BA, un típico sistema convectivo que se potencia dentro de una escala muy reducida. Condiciones similares se observaron en la zona de influencia de las ciudades de Santa Fe y Paraná donde se han reportado lluvias del orden de los 140 milímetros. Este tipo de eventos han aumentado su frecuencia de aparición. En enero, los mismos se focalizaron en la zonas del NEA y el centro sur de la Mesopotamia, observándose en el NOA algunos fenómenos pluviales muy similares, aunque de menor volumen. Evidentemente no hay demasiadas restricciones geográficas a la hora de delimitar la potencial aparición de estos sucesos de precipitaciones muy intensas. 

FIGURA 2

Al comparar las precipitaciones observadas con los valores estadísticos (1973-2018), vemos que a pesar de la oportuna llegada de las últimas precipitaciones, el patrón con lluvias por debajo de las normales es el que predomina.

El centro sur entrerriano y las vecindades de SF, recompusieron la normalidad de las lluvias de febrero con el último evento, observándose una anomalía positiva en torno a las dos ciudades capitales, la cual es más extendida hacia el interior entrerriano. Las vecindades de Trenque Lauquen, Mar del Plata y La Plata, también muestran desvíos positivos de las precipitaciones, pero queda claro que este tipo de desvíos han resultado excepcionales, predominando el patrón deficitario en una gran parte de la región pampeana.

Sobre el norte las lluvias normales o incluso abundantes reportadas desde el norte de la Mesopotamia y parte del NEA, no logran sostenerse en forma eficiente sobre el NOA, y salvando (nuevamente) alguna excepción de escala reducida, las lluvias escasas son las que vuelven a imponerse.

La diferencia en los mapas de anomalía pluvial de enero y febrero es notable, evidenciándose una volatilidad intermensual vinculada a la circulación de escala regional y no a forzantes climáticos de escala planetaria. El fenómeno de El Niño, siempre se mantuvo muy débil y nunca logró un acople con la atmósfera que pueda considerarse relevante a la hora de justificar las anomalías pluviales que fueron observándose. La condición del Pacífico central no se ha modificado sustancialmente y la variabilidad de las precipitaciones en el primer bimestre del año ha sido contundente. 

En cuanto al comportamiento térmico y a pesar de la ola de calor que se impuso previamente a la llegada de las últimas precipitaciones de importancia, las temperaturas de febrero quedaron con promedios cercanos a los normales o incluso con desvíos negativos. En particular las temperaturas mínimas sobre el sur de BA, mostraron los desvíos más destacados, habiéndose registrado algunas heladas débiles y dispersas en el amanecer del martes 25. A diferencia del mes de enero, las masas de aire de origen tropical perdieron protagonismo durante el mes de febrero, esto obviamente repercutió en el comportamiento de las dos variables principales.

CLASIFICACIÓN DE LAS RESERVAS

Como es habitual, se analizan las condiciones de humedad actuales mediante la comparación con los valores de reservas normales para la fecha. Los resultados se clasifican en categorías, teniendo en cuenta para la estadística la serie de datos1973-2018. 

La holgura de la clasificación de humedad que se presentaba a comienzos de febrero, se exhibe sustancialmente restringida en este comienzo de marzo, sin embargo el panorama que predomina sigue siendo favorable a gran escala para el cierre de la campaña de granos gruesos.

FIGURA 3

El sudoeste de la región pampeano se impone como el más golpeado por la falta de precipitaciones del mes de febrero, habiéndose observado una importante recuperación sobre el sudeste de BA. El centro este de la región pampeana es el que inicia este mes con mayor margen, observándose una situación que se ajusta hacia la provincia de CB y LP, también en áreas del centro de BA. 

Sobre el norte de SF se da una situación muy atípica. Esta zona recibió un volumen de agua muy importante en el mes de enero, observándose en febrero el comportamiento antagónico. El mapa posiblemente no este reflejando bien la situación de zonas que quedaron por entonces inundadas, pero en las áreas con buen escurrimiento el secamiento de febrero ha sido significativo. 

La provincia de CB, presenta reservas que predominan por debajo de los valores normales, lo cual puede tener impacto en aquellos cultivos tardíos. Para la zona se perfilan precipitaciones para el día lunes.

FIGURA 4

Para la misma fecha del año pasado, la sequía se imponía prácticamente sin restricciones. El panorama actual dista muchos de aquel, aun cuando algunas zonas puedan presentar situaciones ajustadas de reservas

La persistencia de la seca del semestre cálido de la campaña pasada, recién comenzaría a resolverse en la segunda parte de marzo, con una marcada sobreoferta de agua durante la primera parte del mes de abril. La actualidad plantea un comienzo pluvial irregular del mes de marzo, sin embargo, esta primera decena de días presentará una mejora en las lluvias que es requerido en gran de la franja mediterránea de la región pampeana.

TENDENCIAS CLIMÁTICAS

Indicadores de Escala Global
Como hemos mencionado, el fenómeno de El Niño no ha sido influyente en el comportamiento pluvial en este comienzo de año. Si bien el calentamiento del Pacífico ecuatorial se ha mantenido en forma débil desde hace cinco meses, el acople con la atmósfera y su influencia sobre la circulación no se ha verificado. El primer bimestre del año ha tenido una variabilidad pluvial significativa, asociado a la eficiencia con la que las masas de aire tropical han logrado posicionarse, una gran diferencia entre enero y febrero.

FIGURA 5

Durante el transcurso del mes de febrero, el litoral Atlántico ha logrado consolidar una anomalía positiva. La misma, eventualmente, puede ser una fuente de vapor de agua que de ser transportada hacia el continente, facilitaría el desarrollo de sistemas precipitantes destacados, principalmente en el litoral. Esto depende de la regularidad con que los vientos del noreste se presenten durante el transcurso del mes de marzo. En principio esta anomalía oceánica puede considerarse un elemento a favor de que se concreten lluvias por encima de los valores normales sobre el centro este del país.

Indicadores de Escala Regional
La circulación del noreste será la responsable de la performance pluvial del mes de marzo. Como decíamos el calentamiento del océano puede jugar a favor de que se produzcan precipitaciones por encima de los valores normales, sin embargo, los pronósticos de mediano plazo no muestran una tendencia que se incline demasiado por esta situación. 

El corto plazo propone un evento que puede ser destacado del centro para el noroeste de BA, con buena provisión de agua en general para toda la provincia de BA y LP y con chances de que las mismas avancen bien sobre CB. Para SF y ER, estas precipitaciones no serían destacadas. Las lluvias se desplazan luego hacia el norte del país con en esta ocasión presentarían mayor volumen sobre el NOA que sobre el NEA.

El panorama que presentan las soluciones de los modelos de mediano plazo evidencia una gran dispersión en la distribución del volumen pluvial. Este comienzo de marzo tendería a favorecer a la franja mediterránea de la región pampeana, extendiéndose a BA y hacia el norte, sobre el NOA. La secuencia de eventos pluviales de los próximos cuarenta y cinco días, quedarán vinculadas a la variabilidad con que el aire húmedo sea distribuido en el centro norte del país. Mientras el viento del noreste no logre persistencia, la Mesopotamia y el centro este del país no lograrán ser epicentro de máximos pluviales, pero esto es una cuestión que se modifica semana tras semana.

CONCLUSIONES

De acuerdo al diagnóstico climático del último período y al análisis de los principales indicadores de escala global y regional, proyectamos el siguiente comportamiento pluvial y térmico para el próximo bimestre: 

1. Las chances de que el fenómeno de El Niño juegue un rol importante en la definición del patrón pluvial en este último tramo de la campaña, son muy pobres. Los eventuales desvíos positivos de las precipitaciones, quedan vinculadas a condiciones de circulación de la escala regional. 

2. Se espera que la primera decena de días del mes de marzo, tenga una cobertura de lluvias favorable, principalmente sobre áreas que actualmente están más necesitadas.

3. La alternancia de masas de aire que se vienen observando, limita la posibilidad, al menos en el mediano plazo, de que se observen olas de calor. Por otra parte esta situación genera mayor inestabilidad atmosférica. Eventualmente los sistemas frontales que avancen luego de un par de jornadas con buena circulación de aire del noreste, deberían ofrecer precipitaciones de buen volumen. Al menos las condiciones están dadas. Recordemos que en gran parte de la franja central del país, marzo es un mes con piso en los ciento veinte milímetros de lluvia.

4. Para todo el bimestre, no se detectan tendencias firmes hacia desvíos pluviales destacados. Los mismos pueden aparecer, pero no se reconocen indicadores firmes para anticiparlos. El cierre de la campaña deberá ser monitoreado con un paso de tiempo más corto. Igualmente y en términos probabilísticos, el centro este y el noreste de del país tienen mayores chances de mostrar desvíos positivos, cuando se considera todo el bimestre marzo abril.

5. Las primeras irrupciones de aire frío ya se han mostrado sobre el sur de la provincia de BA, lo cual evidencia la posibilidad que marzo presente enfriamientos riesgosos para los cultivos del sur de la región pampeana.